ECONOMIA
perdida de competitividad

Economías regionales, golpeadas por falta de mercados y por el ‘fracking’

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“Atraso cambiario, retenciones e inflación” son las palabras que más repiten los productores regionales para hablar de sus problemas. Los vitivinícolas pierden mercados extranjeros. Los autopartistas esperan no tener que despedir más empleados mientras que en el último año de Cristina Kirchner,  con vencimientos de deuda por US$ 12 mil millones, cada dólar cuenta. Por si fuera poco, los frutícolas compiten con las petroleras por tierra fértil. En el nuevo paisaje rural del Alto Valle de Río Negro, YPF avanza con el fracking en medio de plantaciones en busca de petróleo y gas, pero contamina la tierra fértil. Yacimientos del Sur (YSUR) se aprovecha: sabe que a los productores independientes les cuesta $ 450 mensuales trabajar una hectárea y les ofrece $ 4.500 para irrumpir con sus equipos perforadores.
Los productores, endeudados, aceptan alquilar una parte de su chacra para no perderlo todo. Sebastián Hernández, presidente de la Cámara de Productores de Allen, defiende sus doce hectáreas, pero está rodeado por varios pozos petroleros de las plantaciones de sus vecinos. A ellos, la “culpa” por traicionar la tradición familiar les taladra la cabeza al ritmo de las perforaciones.

Los 800 productores de la zona generan el 35% de las manzanas y peras, pero las “integradas” —desde producción hasta exportación— forman el precio. Por eso, estas empresas pagan entre US$ 0,13 y US$ 0,24 lo que a los independientes les cuesta US$ 0,30 cada kilo. Mirta Eberhardt aún resiste, pero en los últimos diez años desapareció la mitad de los productores. El mercado, año tras año, los expulsa.

Si el vino viniera. Los vitivinícolas no desean que les pase lo mismo. Por eso, algunos abren oficinas comerciales en Chile o Brasil. Allí trasladan el vino para ser embotellado y vendido con etiqueta extranjera. El Oasis Norte mendocino produce el 85% de la uva y, sin embargo, el 70% de las fincas está abandonado. El dueño de la Empresa Comercial Exportadora, Fernando Festa, recuerda: “Hace diez años exportaba el 94% de la producción, pero perdí todos mis clientes”. Sus oficinas están casi vacías: sólo quedan seis empleados de los 45 iniciales. Y debieron vender camiones y viñedos. “En los últimos cuatro años perdí plata. A la empresa de mi bisabuelo le quedan tres años de vida”, se lamenta.

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Las ventas al exterior, según el Indec, se desplomaron 12% en 2014. La consultora Economía & Regiones estimó que el Indice de competitividad del sector agropecuario exportador disminuyó 10% y también bajó la producción: manzanas, 4% anual; peras, 6%; uvas, 8%; vinos, 8%; autos, 22%; petróleo, 1,5%; gas, 0,7%. En cambio, soja, 8%; maíz, 3%; y trigo, 14%, continúan dinamizando la economía.
El cuadro también alcanza a las industrias duras. Las terminales cordobesas ensamblaron 22,4% menos de autos y 50% menos de camiones el año pasado. La mayoría reacomodó su estructura: echaron personal y algunas presentaron concursos preventivos de acreedores. Por cada puesto de trabajo directo se generan 3,7 puestos indirectos. La presidenta de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba, Isabel Martínez, espera transitar “2015 como cerramos 2014”. Por eso, necesitan que la demanda brasileña se reactive a todo motor.