ECONOMIA
se demora la reactivacion de la demanda

El consumo volvió a caer en febrero y ahora esperan un rebote preelectoral

Con salarios “viejos”, cayeron 6% las ventas de los supermercados. Y sin cuotas sin interés se derrumbó la venta de electrodomésticos. Cómo cierren las paritarias definirá el repunte.

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El sabor amargo que dejó el consumo en febrero tardará varios meses en desaparecer del paladar de las familias y también de quienes están del otro lado del mostrador, y así la reactivación del consumo, que explica el 60% del movimiento del PBI, sigue haciéndose esperar.

Para preocupación del Gobierno en un año electoral, marzo y abril tampoco parecen ser suficientes para recuperar lo perdido en los puntos de venta, y el impacto positivo de las paritarias podría demorarse hasta mayo, según las estimaciones de supermercadistas, bancos y analistas de mercado.

Con una caída de 6% interanual en volumen de ventas de supermercados, una baja de 35% en las unidades vendidas en casas de electrodomésticos y una baja de 3% en el stock de financiamiento con tarjetas de crédito, el segundo mes del año representó “un mes tan malo que sólo se puede mejorar, o no”, sentenció un referente de las grandes cadenas, que aseguró a PERFIL que los primeros días de este mes no muestran una mejora.

Los motivos de una contracción tan fuerte de las compras apuntan a una caída del poder adquisitivo, un repunte de los precios que el Indec mesuró en 2,5% con respecto a enero, un consumidor confundido ante el cambio introducido por el programa Precios Transparentes con el fin de las cuotas “sin interés” y una expectativa de empleo que deja mucho que desear.

No levanta. Se trata, en todo caso, de una profundización de la tendencia negativa que dejó 2016, con una caída en volumen calculada en 4,3% para la suma de hipermercados, súper y locales de cercanía, de acuerdo con datos de Nielsen. Pablo Mandzij, director de Retail Services, señaló que los últimos datos disponibles muestran que “empleo y economía” están entre las tres primeras preocupaciones.

“Las categorías que más bajaron son aquellas que una familia más rápidamente descarta como cosméticos, tocador, limpieza”, explicó Mandzij, quien agregó: “Pero también disminuyó la venta de alimentos, aunque no cae en la misma medida. Un claro ejemplo de eso son las bebidas que siempre repuntan en el verano y esta vez no sucedió”.

Pese a que los datos oficiales relevados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) muestran un aumento del empleo en los últimos seis meses, el derrumbe de 8,5% con respecto a enero del Indice de Confianza del Consumidor informado por el Centro de Investigación en Finanzas de UTDT explica una parte del desplome de las compras, donde además pesa con fuerza el aumento de la pobreza hasta el 32,9% de la población hasta septiembre pasado.

“Todas las categorías de supermercado cayeron en febrero”, resumió uno de sus referentes, que aseguró que “no se espera mucho de marzo, es un mes de fuertes gastos por la vuelta al cole y en muchos casos si se trata de colegios privados, los aumentos de las cuotas restan margen para otros gastos”. Abril, consideró, se trata de un mes “tradicionalmente malo”, y aseguró que por el momento no hay elementos sólidos que permitan pensar en otra cosa.

Recuerdan que las paritarias de 2016 no se tradujeron en un boom de compras en las líneas de caja de los supermercados: “En años anteriores, el consumo repuntaba apenas se firmaban los acuerdos salariales, incluso antes de ser cobrados, pero el año pasado el efecto fue menor y con retardo”, advirtió un directivo de consumo masivo. Piensan que buena parte de la actualización de salarios tendrá como destino la cancelación de deudas, sumado a una actitud preventiva por el pago de tarifas de servicios que irán en alza.

Un gerente comercial del sector de tarjetas de crédito coincidió: “La caída de salario real en 2016, que llegó a un 6% con respecto a 2015, pone límites a la recuperación del nivel de operaciones, por lo que serán necesarios dos o tres meses para superar el segundo mes del año”.

Tendencias. El aumento de las compras en los mayoristas es un fenómeno que se profundizó en el primer bimestre del año, alentado por la posibilidad de llenar el carrito como un minorista.

Además, las grandes cadenas de supermercados notaron realidades diferentes en el territorio nacional. Mientras que los centros urbanos tuvieron un descenso drástico en las compras de alimentos, las regiones que tienen al agro como su actividad principal tuvieron un comportamiento más sostenido.

“Otras regiones como Neuquén y otras ciudades del sur que siempre mostraron un buen nivel de ventas ahora sufrieron una gran caída en su capacidad de compra”.