1.- Dólar. Los equipos económicos imaginan que llegarían al Gobierno después de cierto caos financiero que hiciera saltar el dólar. Es más, algunos lo ven como una chance de llegar con la corrección cambiaria hecha. ¿El número? Un dólar a $ 60 creen que mostraría la competitividad ideal.
2.- Sin atraso. Con ese punto de partida del tipo de cambio nominal, creen fundamental asegurar que “no se atrase en todo el mandato”, garantizando que siempre acompañe a la inflación. Incluso en años electorales.
3.- Controles. Imaginan el regreso de controles de capitales similares “a los del primer kirchnerismo”. “Ni cepo ni libertad total”, dicen. Impuesto o encaje para los capitales golondrina, un ejemplo. ¿Sumará pánico? “El caos será tan grande que será un tema menor”, dicen.
4.- FMI. Aseguran que hay que renegociar con dureza con el Fondo Monetario, sumando figuras como Martín Guzmán, que marquen un cambio de enfoque. Recuerdan como ejemplo el rol de Juan Sourrouille en negociaciones en los 80.
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5.- Deuda. En paralelo al Fondo, hay que discutir plazos de la deuda con acreedores privados.
6.- Tarifas. Lo consideran un ancla contra el aumento del costo de vida, pero no piensan en un congelamiento. La idea madre es que aumenten la mitad que la inflación. En paralelo, buscarán que Vaca Muerta abarate el costo de la energía. “Todo para Vaca Muerta”, dicen.
7.- Subsidios. Aspiran a recortar más subsidios “de Palermo a Puerto Madero”, segmentar a la clase media y extender la tarifa social.
8.- Actividad. Para “prender la economía”, negociarían un 0,5 a 0,8% del PBI con el FMI para destinar a obra pública. Con más actividad, dirán, buscarán aumentar ingresos y generar superávit fiscal.
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9.- Inflación. Dependerá del cuadro heredado, pero vía un acuerdo social amplio plantearán una recuperación “moderada” del salario que permita una reducción del costo de vida en varios años.
10.- Jubilaciones. No ven una agenda de reformas urgentes como prioritarias. En materia de jubilaciones, de hecho, consideran “que no hay déficit previsional”, pero que sí se pueden mejorar las cuentas cortando regímenes especiales en distintas áreas del Estado.
