El mercado se apresta a poner a prueba el sistema de bandas que trajo el nuevo acuerdo con el FMI y que marcará el debut real del nuevo equipo del Banco Central, ahora a cargo del ex Hacienda Guido Sandleris, un analista académico de los defaults y el impacto de las crisis financieras.
Desde este lunes, el team ortodoxo del Banco Central pondrá en práctica la llamada “política de doble cero”: el control de base monetaria que tiene un objetivo de crecimiento del 0% que viene acompañado del establecimiento de bandas de flotación, con un tope de $ 44 para el dólar, lo que llevó este viernes a que la divisa cerrara en $ 42,10.
El foco estará puesto en la inflación, prometió Sandleris, a poco de sumar al equipo a Verónica Rappoport, economista que como él comparte un paso por la Universidad Torcuato Di Tella, el nuevo semillero económico del Gobierno. “Son todos graduados de la UBA”, aclara el rector de la UTDT, Ernesto Schargrodsky, que asegura que la institución que dirige “no es un think tank” (ver aparte).
Durante el paso de Sandleris por la UBA, de donde también egresó el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, el flamante presidente del BCRA militó junto al ex ministro del kirchnerismo, Axel Kicillof, en la agrupación TNT, para llegar al centro de estudiantes de económicas.
La mayoría de los ocupantes de las sillas del Central comparten trayectoria académica: Universidad de Buenos Aires, másters en el exterior y el paso por la Di Tella. Ex el BCRA Federico Sturzenegger detentaba los mismos pergaminos e incluso Gustavo Cañonero, que llegó antes, de la mano del renunciado Luis “Toto” Caputo, comparte con Rappoport un doctorado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Durante su carrera académica, Sandleris –según destacó su colega Iván Werning– fue un autor prolífico. Entre ellos, colaboró con economistas del FMI en un análisis sobre qué determina el acceso al financiamiento para los mercados emergentes.
Default. “La probabilidad de acceso a los mercados no está influenciada por la frecuencia de los defaults, y si un default se resuelve rápido, no reduce significativamente la probabilidad de financiarse en los mercados”, escribió junto a Gastón Gelos y Ratna Sahay.
A contramano del libre comercio que promueve un sector de Cambiemos, en ese paper establecieron que “la apertura comercial (junto a la liquidez tradicional y los indicadores macroeconómicos) no ayuda mucho a explicar el acceso al mercado”.
En cambio, Sandleris y equipo marcaban que la vulnerabilidad a los shocks y la calidad de las políticas económicas e instituciones sí tienen impacto en la llegada a los mercados.
“La desigualdad de ingresos y los impuestos regresivos hacen que los defaults sean más factibles en determinados niveles de deuda”, remarcó el ex titular de la escuela de Negocios de la UTDT.
Crisis. Sandleris analizó los costos de las crisis financieras en un artículo publicado con Mark L. J. Wright en el Scandinavian Journal of Economics. “Las crisis financieras en los mercados emergentes son muy costosas”, señalaron sobre el cruce con la Argentina de 2001-2002.
Hoy los economistas externos al Gobierno reconocen que el escenario no llega al de 2001, pero podría representar una caída del 5%, la mitad de lo que dejó la peor crisis de los últimos veinte años.
