¿Recuperar reservas? ¿Aplacar la inflación? ¿Seducir inversiones? No. Varios de los economistas convocados por PERFIL coincidieron en que el objetivo del Gobierno con las medidas que está tomando en las últimas semanas es aguantar sin crisis hasta que empiece el Mundial 2014 en Brasil, cuando el ánimo de los argentinos se focalice en qué harán Messi y compañía y no en si suben los precios, si hay aumentos de sueldos o si hay peligro de saqueos. “Están buscando llegar al Mundial”, lo sintetizó medio en broma y medio en serio Luis Secco, al opinar sobre cuál cree que es la estrategia de la conducción económica. En el mismo sentido, Tomás Bulat, aventuró con sorna que un hecho que puede gatillar un cambio de políticas en la Casa Rosada es que “la Argentina quede eliminada en primera ronda” en la Copa del Mundo. “Ahí tenés un trigger para que cambie el ánimo y se tomen medidas”, insistió Bulat. Diego Giacomini, sin embargo, matizó: “Es un gobierno con suerte, no te olvides que les tocó el grupo más fácil, con Nigeria, Irán y Bosnia. Mirá si les tocaba el de Uruguay, con Inglaterra e Italia”. “Yo creo que mientras que no se resuelva o disminuya la dominancia fiscal que hoy tiene la política monetaria no hay arreglo cambiario, no hay devaluación más rápida ni aumento de tarifas, ni nada que pueda hacer el gobierno que no termine mal”, dijo Secco. “Hoy tenés un desastre fiscal en la Argentina, desastre que se está incrementando por este salariazo público por un lado y que va a tener consecuencia sobre los salarios privados seguramente”, sintetizó Secco. Como sea, la búsqueda de acuerdos en el mundo financiero para conseguir financiamiento, el acuerdo de precios y el intento por atenuar los reclamos salariales, aparecen, en la visión de los economistas, como un puente hasta que la pelota empiece a rodar
