Desde el holding Corporación América, Eduardo Eurnekian reina en el negocio aeroportuario con 53 terminales aéreas en todo el mundo (33 en la Argentina), fabrica chips en su planta Unitec Blue de Chascomús, participará de la construcción de la represa Chihuido I en Chubut con socios rusos y compró hace poco activos de Petrobras en Santa Cruz, pero hasta ahora nunca había realizado un negocio estrictamente inmobiliario, si bien por el tamaño de su grupo tiene múltiples edificios en todo el mundo, con una muestra en el barrio porteño de Palermo. Pero llegó la hora de que el empresario de origen armenio desembarque en el negocio del real estate. A través de la división América Real Estate, en algunos meses empezará a comercializar un barrio en el centro de la ciudad de Córdoba. Será en los terrenos del ex Batallón 141 que adquirió por licitación pública internacional en 2007 y que, tras varias trabas judiciales (la intendencia de Luis Juez lo había frenado, pero en el mandato de Ramón Mestre se destrabó), ahora podrá poner en construcción. Serán unas 22 hectáreas, “una especie de nuevo barrio, como cuando nació Puerto Madero”, explicaron en el entorno del proyecto, que tiene como principal desafío buscarle un nuevo nombre. Ya trabajan agencias de publicidad y marketing para instalarlo de forma tal que le mitigue la dura herencia de haber sido un predio ligado a la represión ilegal. Es probable que tenga alguna denominación relacionada a “las artes”. Intentará nacer con bendición papal: Eurnekian ya le donó a la Iglesia católica una capilla que habrá en ese terreno, cuya maqueta ya viajó a Roma y fue recibida por el papa Francisco: esperan su bendición.
