ECONOMIA
PARITARIAS, de roma a puerto madero

Gremios y empresas piden al Vaticano: ‘recen por nosotros’

Carlos Accaputo almorzó en secreto con dirigentes. Esperan un influjo estabilizador de Francisco.

Con fe. Pablo Challú, Osvaldo Rial, Carlos Accaputo, Juan Carlos Lascurain y, sentado, el jefe metalúrgivo Antonio Caló, en una muy reservada comida acuerdista.
| Juan Obregón

Mientras cae el poder adquisitivo de los salarios y se achica el margen de rentabilidad corporativa, empresarios y sindicalistas parecen encomendarse a Francisco. El miércoles pasado, poco después de que Jorge Bergoglio recibiera al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, a los miembros de la Unión Industrial Argentina Héctor Méndez y Daniel Funes de Rioja, y al titular de la Uocra, Gerardo Martínez, en Roma, uno de sus más estrechos colaboradores tomaba la temperatura de las paritarias en Puerto Madero.

El titular de la Pastoral Social porteña, Carlos Accaputo, mano derecha del Sumo Pontífice en cuestiones terrenales, almorzó en el restaurante Marcelo de la exclusiva zona de Buenos Aires invitado por los dirigentes empresarios Pablo Challú (Cilfa), Juan Carlos Lascurain (Adimra) y Osvaldo Rial (Uipba), y por los sindicalistas Antonio Caló (UOM), Horacio Ghilini (Sadop) y Carlos Barbeito (Unión de Molineros).

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Según pudo reconstruir PERFIL, el cura se dedicó a escuchar los problemas de cada uno y planteó la vocación de la Iglesia de ser “ámbito de diálogo” para definir choques de intereses, aunque aclaró que “no hay lineamientos más allá de mantener un equilibrio y estabilidad razonables”.

Accaputo se excusó de hablar con la prensa. “Sabemos que Bergoglio está preocupado y que, a través de estos canales, todo le llega”, se sinceró uno de los empresarios.

Lascurain y Caló son contrapartes en la paritaria metalúrgica. El tema no fue parte de la comida, pero el encuentro terminó alumbrando el acuerdo que se cerraría ayer. El Papa lo hizo, se entusiasmará alguno.

La reunión, trascendió, se había armado hace 15 días y “fue casualidad”, según un asistente, que coincidiera con el tour vaticanista.

“Así que vienen a discutir las paritarias”, les había dicho en broma Bergoglio a los argentinos, que aunque no lo dicen le imploran una especie de “recen por mí” al líder de los católicos.

Un tema que se impuso en el almuerzo es la preocupación por la inseguridad. Accaputo llegó con un vendaje en la cara producto de un asalto.