Esto equivale al 31,4 por ciento de las 23,5 millones de personas que habitan en los distritos evaluados por el organismo y a 1.636.000 hogares. Haciendo comparaciones, la cifra oficial es positiva: en el primer semestre de 2003, el porcentaje de personas bajo la línea de pobreza alcanzaba un 54 por ciento.
En peor situación se encuentran 2.629.000 personas que aún no pueden sobrepasar la línea de indigencia. Esto representa 569.000 hogares. En el primer semestre de 2003, el porcentaje de las personas bajo en nivel de indigencia era de un 27,7 por ciento.
Zona por zona. El mayor porcentaje de pobres, en cuanto a la distribución geográfica, puede encontrarse en Gran Resistencia, al noreste del país, donde el 55,6 por ciento de los habitantes no pueden adquirir la canasta básica (la canasta básica es de $ 276,7). En la vereda contraria, la zona con una menor incidencia de la pobreza es Usuahia-Río Grande, donde sólo el 5,6 por ciento sufren este estigma.
En tanto, la provincia con más indigentes es Salta, en donde el 18,4 por ciento de la población no supera esa línea (la canasta alimentaria es de $ 126,68). En tanto, Usuahia-Río Grande, es también el lugar con menor incidencia de este mal (1,6 por ciento).
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