ECONOMIA
Transparencia

La responsabilidad de los empresarios en la corrupción, el tabú en los pasillos de IDEA

Mientras se impuso el discurso del combate a las mafias sindicales, hubo escasa autocrítica sobre el vínculo de los hombres de negocios con el Estado. Rattazzi: “Muchos empresarios tuvieron curros y ahora deben competir”.

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Risas. Carcajada de Rattazzi en un momento de distensión en Mar del Plata. Roggio, premiado. | COLOQUIO DE IDEA

Desde Mar del Plata

Cuando en 2014 el 47% de los asistentes al Coloquio de IDEA en Mar del Plata respondió que aprobarían el pago de coimas para destrabar un negocio, estalló el escándalo. El dato había surgido de una encuesta realizada en los salones donde se realizaba el encuentro que por entonces tenía el lema “Integración: compromiso de todos”.

Tres años después, el debate sobre la corrupción estuvo presente entre los gerentes con muchos pedidos de transparencia, algunas declaraciones de empresarios y escasos mea culpa.

Mientras los ejecutivos celebran la avanzada oficial sobre sindicalistas como el Pata Medina, en Mar del Plata sobrevoló la idea de que ese búmeran llegue posiblemente después a “una depuración” entre los directivos de las compañías.

Daniel Díaz, gerente de Transmisión de Siemens, una empresa que protagonizó un hecho de corrupción en los 90, dijo a PERFIL: “Veo una voluntad muy fuerte del Gobierno para avanzar contra la corrupción, pero no de crucificar a nadie. Hay empresas que pueden tener algún error, como pasó con Siemens en los 90, pero se puede volver a hacer controles para que no se repita y se puede seguir operando”.

“Nosotros hicimos un muy fuerte trabajo de depuración en el sector de control y el sistema operativo de la empresa para poder limpiar lo que pasó con los DNI”, con lo que asegura que hoy pueden encarar nuevos desafíos y que el Gobierno está esperando que “otras empresas hagan lo mismo”.

También crítico con el pasado, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat-Chrysler, apuntó desafiante: “Muchos empresarios tuvieron curros extraordinarios y hoy se dan cuenta de que van a tener que salir a competir”, y dio un voto de confianza sobre lo que consideró un camino de mayor transparencia por parte de los ministros.

José Ignacio Giraudo, CEO de Acindar, sostuvo: “Vemos una renovación y una mayor transparencia en todo el proceso en el último tiempo”, y rápidamente recordó: “Nosotros no somos proveedores del Estado sino de insumos”. Y agregó que observa una mayor actividad en su sector que posiblemente esté relacionada con eso.

No tan optimistas fueron otros líderes del empresariado que ante la consulta de este medio hicieron bromas sobre el enorme peso de las valijas con dividendos de los pagos a José López, que podrían haber afectado la salud de alguno de los presentes.

Controles. Desde la óptica de los organismos de control, preocupa la relación directa entre la falta de transparencia y la demora en la llegada de las ansiadas inversiones. Mariano Federici, titular de la Unidad de Información Financiera, aseguró que “hay una posición muy fuerte del Gobierno de avanzar hacia una mayor transparencia porque existen claros costos económicos cuando un país no es percibido como transparente”, y agregó que en las últimas emisiones de deuda, tanto la UIF como la OA han participado de teleconferencias para explicarles a los inversores del exterior cómo se está trabajando hoy en la Argentina, algo que ayuda a que limite el costo del financiamiento, porque eso “se puede reflejar en la tasa”.

Arriba del escenario, los pedidos de los funcionarios sobre un rol más protagónico parecieron no inmutar a todos los presentes. “Va a llevar tiempo normalizar y cambiar la cabeza de quienes tuvieron el negocio asegurado”, apuntó una voz del sector de consumo masivo y que sintió el golpe del cambio de modelo.

Esta vez, se alegraron muchos de los presentes, al menos no hubo otra encuesta que los expusiera como esa primavera, más de tres años atrás.