ECONOMIA
TABU DEL TIPO DE CAMBIO

Los candidatos piensan en retoques fiscales para ‘devaluar sin devaluar’

Coinciden en que hay atraso cambiario que afecta a las economías regionales. Pero todos niegan que vayan a subir el dólar: sus planes para bajar retenciones por sector.

Bein (Scioli) El candidato oficialista analiza mejorar las devoluciones de IVA y aumentar los reintegros a las exportaciones y logística. Resigna recaudación, pero evita las “perspectivas inflacionari
| Cedoc

La campaña de cara a las presidenciales de octubre promete una salida del atraso cambiario que esquiva el uso de la palabra “devaluación”, que implicaría una pérdida de poder adquisitivo y no gana votantes. Por eso los asesores de los candidatos hablan de mejorar la competitividad por la vía fiscal.
El plan del economista Miguel Bein, asesor de Daniel Scioli, se ampara en la gradualidad que promete el candidato oficialista para su eventual mandato. Para eso estudian aumentar reintegros a las exportaciones y mejorar las devoluciones que hace la AFIP, hoy atrasadas. También incluyen las devoluciones de IVA, entre otros puntos para mejorar la competitividad de la economía en general y las regionales en particular.
“La vía fiscal no coordina expectativas inflacionarias”, explicó Bein sobre las ventajas de su propuesta, mientras que una devaluación como la de 2014 sólo hizo que el salto del tipo de cambio nominal se trasladara a precios y la ventaja se eliminó ese mismo año a manos de la inflación.

Los economistas coinciden en el diagnóstico. “Si sólo se devaluara sin aplicar ninguna otra medida estructural tendiente a mejorar la competitividad, el aumento del dólar se trasladaría rápidamente a precios y en pocos meses, la competitividad del tipo de cambio terminaría en el mismo lugar que antes de la devaluación”, señala un informe de Economía y Regiones, la consultora de uno de los asesores del PRO, Rogelio Frigerio. Según la consultora, entre el 2010 y hoy la pérdida de competitividad de los productores de vino, naranjas, azúcar y algodón, con caídas del 58%, 50%, 51% y 42%, respectivamente, medida por el tipo de cambio efectivo que suma al valor del dólar la presión impositiva. Además, los asesores de los presidenciables suman los costos logísticos a la ecuación.

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Desde las filas del macrismo, el diputado Federico Sturzenegger, consideró que la competitividad tiene varias aristas: el costo de capital, la eficiencia de logística y el costo fiscal. Con una baja de la inflación y de las retenciones mejora inmediatamente la rentabilidad y se pueden pagar salarios más altos. Para esto confía en el “shock de credibilidad” atado a la “institucionalidad”, como la separación de poderes –Ejecutivo, Congreso y Justicia–.
También el massismo propone la baja de retenciones a las exportaciones de las economías regionales, trigo, maíz, girasol y soja de pequeños productores y a más de 500 km de distancia del puerto. “Tiene que haber otra estructura tributaria”, aseguró el asesor del Frente Renovador, Aldo Pignanelli.
“La competitividad es mayor volumen y mayor inversión”, agregó el ex presidente del Banco Central. “Se necesita un shock que genere mayor volumen y mejorar la tecnología y crecer en agroindustria y obras de infraestructura”.
La revisión de la estructura impositiva está en la agenda de los tres candidatos. Los impuestos nacionales y provinciales hicieron que “la presión impositiva se duplique desde la salida de la convertibilidad”, según E&R, lo que implica pérdidas de competitividad del 20 al 40% para economías regionales.