La preocupación por la
situación energética de la Argentina trascendió las
fronteras y ya es tema de análisis en Estados Unidos. Los
ejes principales que baraja Washington para sostener que
el país está pasando por una fuerte crisis se centran en la
velocidad con la cual
se incrementa el consumo frente al estancamiento de la
producción
y la falta de incentivo para la inversión y explotación.
Todo esto lleva a la imposibilidad de revertir la situación actual a corto plazo.
Según un documento del
Departamento de Energía de la administración de George W.
Bush –que se encuentra en www.energy.gov– l
a creación de la empresa estatal de hidrocarburos Enarsa fue un
intento del Gobierno argentino
de paliar la crisis que se desató en 2004 por la brecha
energética “invirtiendo en infraestructura de producción y prometiendo la liberalización de
las tarifas”.
El informe, según publicó el diario
Clarín, afirma que “tanto a nivel del petróleo, del
gas y la electricidad, hay una brecha importante entre el crecimiento de la demanda y el de la
oferta”, y que estos datos surgen de las estadísticas que maneja el Departamento de Energía,
máxima autoridad estadounidense en asuntos energéticos.
Desde que se redactó el último informe, señaló un funcionario de ese organismo consultado por
el matutino,
"la tendencia negativa no se ha revertido”. "Las empresas no
están invirtiendo lo que invertirían si los precios (léase tarifas) fuera liberalizados"
afirmó el funcionario explicando que asi la producción no puede aumentar. "Incluso si hoy liberaran
totalmente las tarifas tardarían en tener un impacto (sobre la producción)"
Además, el reporte hace referencia a un antecedente puntual para ilustrar la falta de
coordinación entre la oferta y la demanda:
“La mejor prueba a nivel del gas es que desde hace dos años
Argentina tuvo que cortar exportaciones de gas a Chile porque la demanda estaba tan alta".
El estallido de la crisis entonces ya es un hecho consumado la autoridad:
"Tenemos todas las evidencias de que se marcará con mayor claridad
en el corto plazo".
Con respecto al uso del petróleo y la idea que circula con fuerza sobre el posible viraje a
la importación los próximos años –algunos especialistas estiman que esa etapa comenzará en
2007-, el funcionario de la Casa Blanca consideró que la situación es similar a la del gas:
"Hay estimaciones distintas sobre cuándo Argentina dejará de ser
un exportador de petróleo para pasar a ser un importador. Pero no creo que pase mucho tiempo,
porque la producción está cayendo muy rápido"
"Es muy difícil estimar cuán grande alcanzará a ser la crisis energética", concluye el
informe. Sin embargo, deja en claro que a pesar de tener hidroelectricidad los efectos sobre el
consumo eléctrico van a ser significativos porque Argentina también depende del gas y del petróleo
para la producción de electricidad.