ECONOMIA
estudio exclusivo

Los más pobres ya se ajustaron y no creen en los Precios Cuidados

Una encuesta revela que si bien confían en el programa "Precios Cuidados", no creen que éste vaya a resolver el problema de la escalada inflacionaria.

En la población hay conocimiento del programa Precios Cuidados
En la población hay conocimiento del programa Precios Cuidados | Télam

El 61,8% de las personas consultadas por el Instituto de Investigación Social, Economía y Política Ciudadana, que elabora el Indice Barrial de Precios (IBP) afirma que las políticas encaradas desde enero no están resolviendo el problema de la inflación: “los precios siguen aumentando”; el 27,60% percibe que “hay precios que venían aumentando mucho y desde enero se mantienen igual”.
El estudio indagó el impacto de la inflación en los sectores más desfavorecidos del Conurbano mediante encuestas cualitativas y entrevistas a los comerciantes de los negocios consultados por el IBP.

La indación arroja que el plan gubernamental Precios Cuidados es conocido por todos los entrevistados que en la mayoría de los casos lo califican como positivo, aunque no expresan confianza en que el problema inflacionario se resuelva mediante esta intervención. “Lo que afirman les que no resuelve el problema de la inflación, que afecta de manera directa su vida cotidiana generando incertidumbre constante sobre el alcance del ingreso familiar, sobre todo cuando se trata de un ingreso fijo”, explica el informe.

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Al analizar las dinámicas de consumo, la primera dificultad que aparece es que los más humildes no pueden acceder a Precios Cuidados por sus formas de consumo, restringidas por el “vivir al día” comprando mayoritariamente en almacenes y negocios de los barrios periféricos. Los casos acotados de los que acceden a algunos pocos supermercados chinos son menos e intermitentes, porque los productos “hoy están y a la tarde ya no”, “se acaban rápido”.

La mayoría afirma que el salario no les alcanza para todo el mes, y que luego de la primera quincena tienen dificultades para comprar alimentos y pagar servicios. “Los pequeños comerciantes afirman que sus proveedores mayoristas –a los que tienen que pagar al contado cada vez que retiran mercadería– les remarcan los precios, y también destacan que visibilizan una baja en el consumo que los preocupa”, asegura el estudio