En un nuevo round entre el Gobierno y la city porteña por controlar la cotización del dólar paralelo, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, buscó bajar otra vez –a fuerza de llamados telefónicos–, la disparada que se originó el lunes con los recargos al turismo. Ayer, otra vez pidió suspender las operaciones en el marginal hasta el martes y hasta se sinceró ante empresarios al decir que en este momento lo que pasa con el dólar “es como una borrachera con ginebra Bols o Llave”. La presión del funcionario sobre los principales operadores del mercado y los pedidos a banqueros afines para que inyecten divisas terminaron con una cotización del blue en $ 8,48. En un clima más enrarecido, quienes negocian el billete marginal redujeron el nivel de operaciones y hasta intentaron un pacto de silencio frente a la mayor exposición mediática que despertó la suba de la divisa que ganó 25% en lo que va del año. En el mercado se tomó la intervención de Moreno de ayer como una continuidad del allanamiento hace una semana de la firma Alhec, presidida por Carlos Rivera, número dos de la entidad que agrupa a la casas de cambio (Cadecac).
Muchos de los operadores entendieron ese procedimiento como una dura advertencia para todas las entidades.
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Además, Moreno se mostró muy preocupado por el escenario cambiario en su reunión habitual de los viernes con supermercadistas y productores agropecuarios. Dedicó casi todo el encuentro a hablar de la necesidad de “cuidar a los exportadores y la importancia de que liquiden divisas”, aunque no tuvieron una destacada participación en la última rueda de la semana en el mercado mayorista, cuando el dólar oficial cerró a $ 5,12 para la venta.
El alfil de la Casa Rosada también se mostró muy preocupado por las decisiones económicas de otros funcionarios y puso especial énfasis en la necesidad de “generar competitividad”. Por la tarde, la orden del secretario a la City fue clara: “No quiero que el dólar blue pase los $ 8,50”, según dijo por teléfono a operadores que agregaron que llegó a pedirle a Arturo Piano, un histórico del mercado, que lo haga llegar a $ 6, cifra que en mercado suena imposible.
La caída de 27 centavos entre la jornada del miércoles y el cierre de la semana mostraron el relativo éxito de la acción de Moreno para calmar los ánimos en la City. El secretario de Comercio llamó a suspender virtualmente las negociaciones en el mercado ilegal hasta el próximo martes, una suerte de feriado en un mercado informal y previo a Semana Santa.
De todas maneras, los arbolitos no se percataron de las necesidades oficiales y continuaron ofreciendo dólares, reales y euros hasta ayer bien entrada la tarde.
“Hubo menos operaciones en el mercado paralelo como resultado del la mayor presión del Gobierno, pero no creemos que esto resuelva el problema de fondo y una brecha con el oficial que es del 65%”, apuntó una fuente del mercado cambiario que agregó: “Se suma más estrés a la gente justo antes de un fin de semana largo en el que quieren viajar para descansar, pero todo se vuelve un trastorno sobre último momento; recargos impositivos a la compra de pasajes que se suma a la imposibilidad de acceder a divisas ya existente”. En las casas de cambio, esperan que las operaciones de compra de divisas crezcan en los próximos tres días hábiles antes de los feriados. “La actividad esta semana fue casi nula, puede haber un repunte”, dijeron.
