ECONOMIA
REFORMA LABORAL Y COMPETITIVIDAD

Ni la UIA ni la CGT: el Gobierno apuesta a negociar por sectores

Para debilitar reclamos gremiales y licuar la cohesión de empresarios, Cambiemos prevé discutir paritarias, convenios y costos con cámaras por separado. Qué son las “adaptaciones” que les exigen a los sindicatos.

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Mientras la CGT reclama por la caída del 6% del poder adquisitivo en 2017 y convoca a un paro, y la Unión Industrial Argentina (UIA) se queja por caídas en todos los sectores, el Gobierno aspira a avanzar igual con su agenda de reformas laborales y mejoras de competitividad, por lo que planea incluir todas las discusiones por sectores, junto con las negociaciones paritarias.

La discusión salarial tendrá, entonces, el condimento extra de la búsqueda de acuerdos sector por sector:  si bien el objetivo de máxima es atar los aumentos a la productividad, un concepto que para muchos gremios es abstracto, este año irán “paso a paso”.

La idea es incluir en la negociación por los aumentos salariales, algunas condiciones para bajar costos, sobre todo en los sectores industriales más complicados por la baja de actividad como textiles, metalúrgicos y calzado, entre otros, aunque esperan trasladar la discusión a los sectores que crecen, como bancarios, comercio o salud.

Adaptaciones. Las palabras claves para las primeras “adaptaciones” a discutir este año, según explicaron fuentes del Gobierno, giran sobre la multitarea, los turnos rotativos, la adaptación, la rotación entre máquinas, además de puntos como el ausentismo. Estas negociaciones se harán “sector por sector” y se irán discutiendo en las mesas de la productividad que integran Trabajo, Producción, gremios y cámaras.

Una de las metas del Gobierno es que haya convenios más generales, sin tareas específicas, un punto que también reclaman los privados. Esa “flexibilidad” de tareas, aseguran, apunta a adaptarse a sectores donde la tecnología genera cambios, deja puestos obsoletos o los reemplaza por otras formas de trabajo.

El ejemplo de la semana fue el acuerdo automotor que se cerró con la Asociación de Fábricas de Automotores, Adefa, la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC), de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) y los representantes de los gremios: Smata –mecánicos– y la UOM –metalúrgicos–, donde las terminales se comprometieron a generar 30 mil puestos de trabajo y los trabajadores a bajar el ausentismo, que ronda el 8% en la industria. El Plan un Millón fue presentado por Mauricio Macri el miércoles y volvió sobre él un día después, cuando inauguró la nueva planta del Grupo PSA Peugeot-Citroën en Palomar.

Planes.  El avance de los programas de competitividad por sector incluye pedidos a cámaras sectoriales que elaboren propuestas. De hecho, la decisión de encargarle a la cámara binacional Amcham propuestas de cambios en costos extralaborales para las automotrices fue otra señal de desconocimiento oficial hacia la UIA, a la que Jefatura de Gabinete achaca falta de representatividad.

“Lo más importante son los espacios de diálogo de trabajo conjunto, como fue el acuerdo de Vaca Muerta”, dijo en referencia a las nuevas reglas de juego para la producción de shale. “Este es el camino, sector por sector, encontrando las mejores ideas, es un mundo muy desafiante el que nos toca, nos obliga a ser flexibles, inteligentes, sacar lo mejor de cada uno”, dijo donde funcionó la planta de Sevel, la empresa de su familia que representaba a Fiat y Peugeot.

De todas formas, en el Gobierno reconocen que “nadie abre un convenio cuando está en baja”, por lo que la negociación es más fácil cuando se está cerca del pleno empleo. Y aunque argumentan que los convenios datan de los 70, cuando fueron negociados incluso bajo presión, y deben actualizarse, saben que “son temas para debatir cuando la inflación esté más tranquila”.

En cuotas. A la presión del año electoral, además, se suma un condimento extra: la caída del consumo, que no repuntará hasta que empiecen a llegar las primeras cuotas de los acuerdos salariales. En algunos sectores del oficialismo incluso apuntan contra el plan Precios Transparentes del Ministerio de Producción y la Secretaría de Comercio, que con el fin de las cuotas “sin interés”, generaron más retracción de compras.
En las reuniones sectoriales, en tanto, piden dos variables: que crezca el consumo y que no sigan aumentando las importaciones de bienes finales.

Competitividad tecnológica
De paso para reinaugurar la planta de Palomar, el presidente mundial del Grupo PSA, Carlos Tavares, aseguró que no apuntan a bajar los costos laborales sino los de manufactura. “Con la inversión mejoran los procesos de trabajo, las condiciones, es una línea flexible, más compacta”, relató.
En línea con el Plan un Millón, Tavares dijo que aumentarán la integración de piezas locales “porque permite armar una estructura de costo en la misma moneda y reduce la volatilidad del tipo de cambio”, sostuvo, aunque reconoció que hacen falta inversiones en autopartismo.
En paralelo con la inaguración, el Sindicato de Empleados de Comercio denunció que peligran setenta puestos de trabajo en un call center porque Peugeot cambiará a un proveedor que operará desde México en lugar del servicio local que tenía hasta ahora.