ECONOMIA
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Por la guerra en Siria, cae 40% la exportación de yerba mate

El principal mercado de la tradicional infusión se derrumbó por la escalada bélica. Por las bombas, los camiones no pueden ingresar.

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HABITO PERDIDO. Los sirios también comparten el mate. | Cedoc Perfil
Si las economías regionales padecen problemas de competitividad, los productores de yerba mate suman un problema tan exclusivo como lejano: los bombardeos en Siria. Ese país, en guerra desde 2011, es el destino del 70% de las exportaciones argentinas de yerba mate, que cayeron un 40% en volumen en los primeros ocho meses del año, comparado con el mismo período de 2015.

Aunque el conflicto bélico ya lleva cinco años, la irrupción de Estado Islámico en 2014 y la intervención militar de Estados Unidos y Rusia devastaron más el mercado y, como efecto colateral, complicaron a los productores yerbateros argentinos.

Las exportaciones de yerba mate argentina promediaron en los últimos años los 35 millones de kilos (casi US$ 109 millones en 2015) y se verán fuertemente afectadas este año por la guerra siria: en el acumulado de enero-agosto se exportaron sólo 14,39 millones de kilos, mientras que en el mismo lapso de 2015 se habían vendido 24,14 millones, una baja del 40,4%.

El presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Alberto Re, explicó: “Veníamos exportando a Siria 25 millones de kilos anuales de yerba mate y vemos que, por la guerra, habrá una merma total hacia fin de año del 30%, aproximadamente. Siria es un mercado altamente desarrollado para la yerba, ya que, además de comercializar algunas marcas argentinas, compra producto a granel y envasa con marcas locales. Estamos obligados a pensar nuevas estrategias para compensar este impacto”.

Sergio Delapierre, director suplente de los secaderos en el INYM y síndico de la Cooperativa Agrícola Eldorado (CAE), afirmó: “La guerra complicó al sector. Alepo –la mayor ciudad siria– tenía una estructura de venta que ahora no está, porque los camiones no pueden entrar”. Asimismo, Delapierre lamentó cuestiones locales de la producción de yerba, como que la industria sólo cobra $ 30 el kilo, mientras que el precio al público es de entre $ 55 y $ 60. “Eso se lo quedan el comercio y el Estado. Sólo cinco empresas concentran la mitad de la comercialización”, comentó.