ECONOMIA
la tasa original, 9%

Un invento de Pignanelli en 2002, que hoy es la vedette

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Salto. Pignanelli, junto a Lavagna, cuando ideó el instrumento. | Cedoc Perfil
En sus 15 años de vida, las Lebacs fueron y son una buena parte de las páginas de la historia económica reciente, hasta llegar a ser hoy un instrumento utilizado por el Banco Central para reducir la demanda de dólares y la inflación, que al mismo tiempo convive con ser una moda entre los inversores, ya que le gana en retorno largamente al plazo fijo.

Su nacimiento tuvo lugar en uno de los capítulos más dramáticos del país: “Creamos las Lebacs en marzo de 2002, en plena crisis y para fijar una referencia de precio entre el precio y el dólar, y eso nos permitió entrar en otra etapa”, dijo Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central y en la actualidad uno de los economistas más críticos de la gestión macrista.

“Por mucho tiempo, el stock fue de $ 2 mil millones a $ 3 mil millones con promedio de 3 años de plazo y con una tasa de 9%”, recuerda Pignanelli, que remarca que junto a Roberto Lavagna en Economía, “le ganamos la batalla al dólar, que bajó de $ 3,60 a $ 2,90, al punto que el desafío (del entonces presidente del Banco Central) Alfonso Prat-Gay era la de ver cómo hacía para que no siguiera bajando, y la verdad es que los bancos las suscribían porque los llamaba uno por uno”. Hoy, considera que “ese uso se fue desvirtuando y el stock alcanza los $ 900 mil millones y la tasa supera el 25% anual”, agregó el ex funcionario.

Con respecto al vencimiento del próximo martes, Pignanelli apunta que “la tasa que se va a ir pagando es cada vez mayor porque, después de la cifra de inflación de abril de 2,6%, la expectativa sobre una futura devaluación crece y el mercado va a exigir más”.

En este marco, remarca que los bancos “están cómodos suscribiendo este instrumento en lugar de orientarse a las actividades productivas” y se mostró preocupado porque el nivel de Lebacs “iguala la cantidad de préstamos al sector privado, una cifra demasiado elevada”.

Por otra parte, agrega: “Existen otros frentes de preocupación, con respecto al déficit fiscal, es alarmante el aumento que ofrece el pago de intereses de los servicios de la deuda, que, medido en pesos, presentó un alza del 60% en comparación con el año pasado”.