ECONOMIA
proyecto minero de US$ 6 mil millones

Vale pide la "comprensión" del Gobierno para su megainversión

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Desde Toronto
Por primera vez un directivo de Vale, la minera brasileña que suspendió en diciembre la construcción de Potasio Río Colorado en Mendoza, valuado en más de US$ 6 mil millones, aceptó públicamente que precisan la ayuda del Gobierno (de Cristina Kirchner) para destrabar el reinicio del proyecto. Así lo admitió Marcio Godoy, director global de Vale.

La compañía –la segunda minera más grande del mundo– interrumpió las obras a fines del año pasado por la caída de los precios internacionales de los minerales, la fragilidad de sus finanzas –perdió US$ 2.647 millones en el cuarto trimestre de 2012– y negociar con la administración kirchnerista la reducción del costo del emprendimiento, una de las inversiones más importantes del país.

“Necesitamos la comprensión del Gobierno argentino para continuar con Potasio Río Colorado. El sector minero demanda, por naturaleza debido al tamaño de sus iniciativas, un tratamiento especial”, advirtió Godoy a PERFIL en el marco de la PDAC 2013, la feria de negocios mineros más importante del mundo, que se realizó la semana pasada en Toronto.
Las presidentas Cristina Kirchner y Dilma Rousseff iban a mantener el jueves una cumbre en El Calafate para discutir, entre otros temas, cómo garantizar la continuidad del megaproyecto. El encuentro se suspendió por el funeral de Hugo Chávez.

Godoy afirmó que “el soporte del Gobierno es necesario para resolver problemas relacionados con la comunidad y con la infraestructura, entre otros aspectos que una empresa minera no puede solucionar por sí sola”. Hizo referencia, así, a los inconvenientes registrados por Vale a la hora de obtener los permisos municipales y superficiarios para avanzar con la construcción del ferrocarril entre Mendoza y Bahía Blanca incluido en el proyecto. La demora provocó un encarecimiento de US$ 1.000 millones.

La minera solicitó un fuerte descuento impositivo –pidió poder desgravar el IVA de sus compras– y reclamó un tipo de cambio especial para ingresar divisas en el mercado argentino. Sus exigencias fueron rechazadas por el Gobierno argentino, que apuesta a buscarle socios para completar la inversión.