Una de las problemáticas más grandes que padecen los alumnos en las escuelas es el acoso entre pares (o bullyng). Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), el acoso escolar es toda intimidación o agresión física, psicológica o sexual contra una persona en forma reiterada, de manera tal que causa daño, temor y/o tristeza en la víctima o en un grupo de víctimas. El maltrato en las aulas adopta, así, diferentes formas: un insulto que se replica en redes sociales, una burla cruel, un apodo humillante, un golpe, un empujón, son sólo algunos ejemplos de este fenómeno que provoca consecuencias negativas no sólo en quienes lo padecen sino también en el clima escolar.
Ante la gravedad del fenómeno, luego de la sanción de la Ley N° 26.892 que promueve la convivencia escolar, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MECCyT) desarrolló diferentes acciones para resolver estas situaciones complejas. Entre ellas, la creación de la Guía Federal de Orientaciones, un material que ofrece a los docentes estrategias y herramientas para la intervención en situaciones que pueden ocurrir en la escuela o que, presentándose fuera de ella, terminan impactando en el escenario escolar.
A su vez, se pusieron en marcha iniciativas en materia de capacitación. “Desarrollamos distintas acciones que van en este sentido, como espacios de formación a través de videoconferencias y cursos virtuales”, describe Cristina Lovari, coordinadora nacional del área de Educación Inclusiva del MECCyT.
Además, para lograr un diagnóstico de la situación que colabore con el desarrollo de políticas orientadas a terminar con el acoso entre pares, en el año 2017 se incorporó en los cuestionarios complementarios de las Pruebas Aprender una serie de preguntas sobre el clima escolar en los niveles primario y secundario.
Por otra parte, se puso en funcionamiento la línea telefónica gratuita “Convivencia escolar” 0800-222-1197, cuyo objetivo es ser un canal de comunicación tanto para los equipos docentes como para las familias y los estudiantes que atraviesan una situación conflictiva. La idea es que “prontamente se redireccione esta situación al ámbito educativo, se brinde un acompañamiento, una respuesta y, por supuesto, una resolución ante esa situación planteada”, resume Lovari.
“Lamentablemente, el acoso entre pares es una problemática aún muy presente en las escuelas de nuestro país”, cuenta la coordinadora nacional de Educación Inclusiva. “El acoso escolar físico, verbal y psicológico de exclusión -o incluso otras situaciones que no se enmarcan dentro de la tipificación de acoso escolar como hechos de discriminación, de violencia esporádica o de no respeto a las diferencias- son situaciones que suceden en las escuelas y por eso tenemos que seguir trabajando y profundizando estos temas al interior de las clases y de las dinámicas escolares, brindando las estrategias necesarias para que se dé respuesta, se prevenga y se intervenga oportunamente”, concluye.
