A 113 años de su fundación, la escuela de la Isla Apipé, ubicada en la frontera con Paraguay, amplió sus horizontes gracias a la llegada de internet a sus aulas.
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CEDOC
Para llegar desde el continente a la Escuela Nº 419 “Guarda Costas Río Iguazú” hay que atravesar unos 22 kilómetros de río. Fundada en 1906, esta institución educativa correntina posee una particularidad: está ubicada en la Isla Apipé, perteneciente al territorio argentino pero rodeada de tierras y aguas paraguayas.
La travesía para llegar a la escuela implica salir desde el puerto de Ituzaingó, departamento de Corrientes, y viajar media hora en lancha hasta llegar a San Antonio, el principal poblado de esta zona insular rica en playas de río, bañados, esteros y lagunas.
A punto de cumplir 113 años de vida brindando educación, la escuela de Apipé pudo celebrar, por primera vez, algo que parecía lejano hasta hace muy poco: hoy, los 275 alumnos de los turnos mañana y tarde pueden acceder a conexión WiFi vía satélite desde cada una de sus aulas. Esto significa no sólo un cambio para la escuela, sino también para toda la comunidad.
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“Nos abrió una ventana y un panorama sumamente prometedor. Los chicos usaban las computadoras y los dispositivos del Aula Digital Móvil, pero nos hacía muchísima falta estar conectados al mundo”, se entusiasma Rubén Rodríguez, vicedirector de la institución.
La simplificación de la tarea docente es uno de los primeros resultados de esa integración, y en la conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas ya pudieron experimentarlo. “Los docentes pudimos acceder en línea a diversos contenidos educativos, planificar en base a ello y optar por el material más adecuado”, relata Rodríguez.
Con la conectividad también se allanó el camino para los alumnos. “Hacer click en línea”, una acción simple y corriente para muchos, hoy es posible en cada aula de esta escuela de frontera. “No es lo mismo ir a buscar archivos o videos descargados en las computadoras a través del servidor, que iniciar el proceso de búsqueda en línea e indagar”, enfatiza el vicedirector.
Pero la conectividad no sólo permite potenciar las prácticas educativas de esta escuela que, según Rodríguez, obtuvo buenos resultados en Matemática, Lengua y Ciencias en las últimas evaluaciones Aprender. El antes y el después en la escuela se refleja también en la posibilidad de agilizar procesos administrativos en la gestión diaria. “Con la comunicación en línea dimos fin al envío postal de planillas, algo que era engorroso, costoso y demandaba mucho tiempo”, menciona.
Acortando la distancia con todo aquello que sucede por fuera de la isla, el vicedirector concluye, desde su aplicación de WhatsApp, que “los alumnos y sus familias son los beneficiarios directos, y es un bien que nos queda para siempre”.
ESCUELAS CONECTADAS
A través de fibra óptica, coaxil, radioenlaces o tecnología satelital, 14.242 escuelas públicas del país cuentan con acceso a Internet en sus aulas para uso pedagógico, cifra que alcanza al 60% de los alumnos del país.
La provisión de Internet en las escuelas, que el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología realiza a través de EDUCAR, se enmarca dentro de Aprender Conectados, iniciativa que busca garantizar la alfabetización digital para el aprendizaje de las competencias y los saberes propios de la cultura digital y la sociedad del futuro.
“Sumado a la entrega de aulas digitales móviles y laboratorios de programación y de robótica, la conectividad potencia notablemente el acceso al conocimiento de alumnos y docentes. Estamos dando un salto de calidad necesario para el sistema educativo y para el país en su conjunto”, declaró Liliana Casaleggio, Gerenta General de EDUCAR.
Aprender Conectados incluye la instalación, la integración y la puesta en marcha de la conectividad y la infraestructura tecnológica para la provisión de WiFi en las aulas de todas las escuelas del país, con su posterior y permanente control y verificación del funcionamiento del servicio.
