EDUCACIóN
Buenos directores, buenas escuelas

Formar directores de escuela

directores de escuela 180819
|

Los directores de escuela son clave para mejorar los aprendizajes. Donde hay buenos directores hay buenas escuelas. Porque se logra construir un proyecto institucional, un buen clima de trabajo, una coordinación del equipo docente y un seguimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje, entre otras características de una buena escuela. Se trata de un rol tan importante como complejo, que debe atender desde las cuestiones administrativas y de infraestructura, hasta las problemáticas de las familias, la dimensión organizativa y, principalmente, los aprendizajes de los alumnos.
Sin embargo, en la Argentina no existía una formación específica ofrecida desde el Estado para los directores de escuela a escala nacional. La mayoría de los directores accede al cargo por antigüedad o por concursos con una formación muy corta y muy teórica. Por eso, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, en conjunto con las 24 jurisdicciones, viene implementando desde 2017 una política de formación de directores de escuela de los distintos niveles educativos. 
Esta política busca fortalecer la gestión pedagógica de la escuela, dado que es frecuente que los directores destinen buena parte de su tiempo a la cuestión administrativa, o a los conflictos emergentes. La formación apunta a brindar herramientas conceptuales y prácticas necesarias para enfrentar con éxito los desafíos que plantea la escuela en la actualidad, para lograr una educación que permita a todos los estudiantes desarrollar los saberes fundamentales para insertarse plenamente en la sociedad.
Así, en primer lugar, se acordó por resolución del Consejo Federal de Educación las capacidades a desarrollar en los directores según cuatro ejes: acompañamiento de la enseñanza y el aprendizaje, formación del equipo docente, organización institucional y relación con la comunidad. A su vez, dado que para garantizar una formación de calidad es preciso que esté a cargo de perfiles con la experiencia y los conocimientos necesarios, desde 2017 se conformó una red de 220 formadores en gestión educativa, quienes recibieron una formación de un año para asumir la formación de los directores y acompañarlos en su ejercicio profesional.
Por último, entre 2018 y 2019 diez mil directores de escuela han participado de una formación de un año, eminentemente presencial, que les aporta herramientas concretas para mejorar la gestión institucional. Se trabajan cuestiones como la planificación estratégica, el análisis de indicadores básicos de la escuela, la observación y retroalimentación de clases, la evaluación como parte de la enseñanza, la identificación de necesidades de formación del equipo docente y la construcción de redes de trabajo colaborativo con la comunidad para ampliar las experiencias de aprendizaje de los alumnos. 
Con la intención de institucionalizar la formación de los directores a nivel nacional, además del marco normativo y la conformación de una red de formadores, se licitó una evaluación externa de la política, aún en curso, para identificar fortalezas y aspectos a mejorar a futuro. La excelente recepción que esta formación ha tenido en los directores cursantes muestra la gran vacancia que existía en este tema estratégico y el enorme compromiso que tienen con su desarrollo profesional y la educación. En los próximos años será clave dar continuidad y potenciar esta política, una bala de plata para nuestro sistema educativo. 

*Directora Ejecutiva del Instituto Nacional de Formación Docente