EDUCACIóN
Conocimiento para la vida cotidiana

Guardiana de la memoria educativa

La Biblioteca Nacional de Maestros (BNM) es, sin duda, un espacio indispensable para la comunidad educativa. Documentos, colecciones de libros, datos y diversos recursos pedagógicos forman parte de los contenidos que almacena la institución. Como agente democratizador del acceso al conocimiento, posee a su vez un amplio abanico de contenidos digitalizados y trabaja en red para revitalizar el rol de las bibliotecas escolares, las bibliotecas públicas y las bibliotecas populares.

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Biblioteca Nacional de Maestros. | MECCYT.

Las bibliotecas se abren al maravillo y vasto universo de los libros, pero también a incontables documentos históricos, informes, artículos y recursos. Al poner al servicio de la comunidad los medios y las herramientas que habilitan la información, se constituyen como agentes democratizadores del acceso a la cultura y el conocimiento.

Dentro de las alternativas que existen en el país, la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM) del Ministerio de Educación es, sin duda, un espacio indispensable del sistema educativo, dado que alberga parte del fondo histórico especializado en el tema. Un fondo que puede consultarse tanto en su versión clásica como en su versión digital. Hoy, se pueden recorrer las diferentes salas de la BNM en busca de información, pero también navegar por un vasto universo de contenidos digitalizados. Sólo un click hace falta para ingresar a este mundo que parece no tener fin.

Entre los servicios presenciales que ofrece la Biblioteca, está el tradicional préstamo de libros a domicilio y la consulta de material bibliográfico, documental, hemerográfico y multimedial en sus diferentes espacios (Sala de Lectura, Sala Americana, Mediateca, Hemeroteca y Centro de Documentación). Posee, además, acceso a materiales para socios investigadores en la Sala Americana y la Biblioteca Levene, y para investigadores acreditados en la Sala del Tesoro.

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Por otra parte, existen lectores de libros electrónicos en las áreas de la Biblioteca que ponen a disposición de los visitantes más de 600 obras de literatura clásica y universal.

Como parte de las actividades de extensión a la comunidad, la BNM ofrece visitas guiadas, exposiciones, charlas, jornadas, seminarios, encuentros culturales y presentaciones de libros, además de las Tertulias Americanas que se realizan para facilitar el acceso a libros antiguos, primeras ediciones, ejemplares autografiados y colecciones únicas en el país.

En el actual mundo virtualizado e hiperconectado, la BNM no se quedó atrás: también cuenta con servicios digitales que pueden utilizarse a través de su sitio web www.bnm.me.gov.ar. Libros, multimedia, publicaciones periódicas, documentos, artículos de revista, legislación educativa y más de 50 mil piezas digitalizadas de dominio público forman parte de los materiales a los que se puede acceder.  

Desde la BNM explican que el fondo histórico especializado en educación que está digitalizado es “un material que, sin duda, contribuye con el conocimiento y la investigación de esta área de estudios, potenciando la utilidad del acervo bibliográfico y documental entre investigadores, docentes y alumnos.”

Advierten, a su vez, que los recursos digitalizados permiten acercar a las escuelas otras fuentes para trabajar dentro de las aulas. En efecto, dentro de las alternativas digitales, la BNM cuenta también con el repositorio institucional de la cartera educativa, es decir, con los recursos producidos por las diferentes áreas del Ministerio, tales como: objetos de aprendizaje, normativas, documentos, imágenes, videos y audios.

DE LAS PRIMERAS COLECCIONES A LA ERA DIGITAL

La Biblioteca Nacional de Maestros fue creada en el marco del proyecto modernizador impulsado por la llamada generación del ochenta. El 15 de enero de 1870, durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, se da a conocer el decreto Nº 7.779 por el cual se procede "a la designación de Biblioteca y Reparto de Libros". Más tarde, con la sanción en 1884 de la Ley 1420 se estipula la creación de una Biblioteca Pedagógica y la publicación de una revista destinada a los maestros.

En 1906 comienza la verdadera transformación de la institución, dado que comienza a realizarse un inventario completo del fondo bibliográfico y a catalogarse todo el material existente. En 1916, en tanto, llega al cargo de director el escritor argentino Leopoldo Lugones, quien adquirió durante su gestión verdaderas joyas bibliográficas, como la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, y la Enciclopedie ou Dictionnaire raissonné des sciences, des arts et des métiers, dirigida por M. Diderot y M. D´Alembert y publicada en París en 1751.

Pero uno de los mayores esfuerzos de aquel entonces estuvo dedicado a la creación de una biblioteca destinada a los niños, que atendió en su primer año 3.500 consultas, la cual dio origen a la sección infantil de la Biblioteca.

Con la llegada de las primeras computadoras en la década del ’90 y, años después, con la remodelación de toda su infraestructura y la incorporación de las últimas tecnologías se comenzó a ofrecer a los usuarios un servicio renovado en su totalidad: biblioteca digital, consultas remotas y actualización de los fondos bibliográficos y de los servicios.  

TODOS CONECTADOS: BIBLIOTECAS EN LÍNEA

Cada día, bibliotecarios, archivistas y museólogos trabajan para la construcción de una sociedad lectora. En ese contexto, la BNM generó redes federales que buscan acompañar esta labor, es decir, jerarquizar el rol que llevan a cabo aquellos que desarrollan tareas al frente de las unidades de información.

Desde la BNM explican que el propósito fundamental es “fortalecer el acceso a la información y al conocimiento de sus colecciones, favoreciendo intercambios fluidos entre todas las regiones del país, estableciendo puentes, acortando distancias, realzando el valor de la biblioteca pública y revitalizando el rol fundamental de las bibliotecas escolares en el ámbito del sistema educativo argentino.”

Señalan, a su vez, que con las redes federales persiguen dos objetivos: “por un lado, la normalización de los estándares tecnológicos y bibliotecológicos para permitir un acceso más dinámico a los servicios y productos, por el otro, la construcción de ambientes virtuales colectivos para el intercambio de experiencias entre las diversas unidades de información.”

En la actualidad, entre las redes existentes está el Sistema Nacional de Información Educativa (SNIE), un sistema federal y cooperativo coordinado por el Centro Nacional de Información y Documentación Educativa dependiente de la BNM, que reúne toda la infraestructura de información educativa oficial del país.

Por su parte, la Red Nacional de Bibliotecas Pedagógicas (RNBP) se constituyó como una acción conjunta entre la Biblioteca Nacional de Maestros, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y los ministerios de educación provinciales. El propósito central de la Red es sostener lineamientos de cooperación entre las diversas bibliotecas populares y/o públicas participantes, para acercar material bibliográfico y multimedial actualizado y generar servicios especializados de consulta para los docentes, los investigadores y los estudiantes de formación docente de todo el país.

El Programa Nacional Bibliotecas Escolares de la República Argentina (BERA), en tanto, tiene el objetivo de fortalecer a las unidades de todo el territorio nacional. Está conformado por redes locales, provinciales y regionales que trabajan de manera cooperativa fomentando el rol pedagógico de las bibliotecas dentro del proyecto educativo y su apertura hacia la comunidad.

Por último, el Programa Nacional de Archivos Escolares y Museos Históricos de Educación organiza, conserva y difunde el patrimonio documental existente en las escuelas. El objetivo: rescatar y construir la historia, las prácticas y las narrativas de la educación inicial, primaria, media y superior, a través de la creación de museos y archivos de escuela.

CUSTODIAR EL PATRIMONIO Y TENDER PUENTES

Así las cosas, la misión fundamental de la Biblioteca Nacional de Maestros parece ser custodiar, incrementar, conservar, registrar y poner en valor la memoria de la educación argentina, priorizando la producción bibliográfica y documental de la cartera educativa.

En esta labor, la BNM asumió el reto de poner en línea sus materiales a través de sus servicios digitales. Frente al escenario hiperconectado y globalizado de la actualidad, enfrentó el desafío de apropiarse de las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación, ampliando así las posibilidades de acceso a la cultura.

 

Y para enfrentar aún más las exigencias que plantea la era digital y las nuevas necesidades educativas, la BNM generó diversas redes federales que permiten no solo fortalecer el acceso a la información y al conocimiento de sus colecciones, sino también establecer puentes entre todas las regiones del país, jerarquizando la labor de las bibliotecas escolares, las bibliotecas públicas y las bibliotecas populares.


VACACIONES DE INVIERNO EN LA BNM

La lectura es una llave para el aprendizaje, la estimulación de la fantasía, el sentido del humor y la vinculación con el mundo. Las bibliotecas son espacios ideales para desarrollar el amor por la lectura y hacer de ella un hábito.

Con ese espíritu, la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM) da vida nuevamente al espacio pensado para la infancia. Un espacio donde los niños pueden escuchar historias, leer libros y contactase con el mundo de la palabra a través de una experiencia viva y participativa.

Así, durante las vacaciones de invierno, del 22 de julio al 2 de agosto, la BNM realiza actividades de lecturas, talleres y juegos, con entrada libre y gratuita. Se pueden consultar las diversas propuestas en: http://www.bnm.me.gov.ar/agenda/mes-de-la-infancia/.


LA BNM, ¿CUÁNDO IR?

- Sala de Lectura: lunes a viernes de 8:30 a 20 horas y sábados de 9 a 14 horas.

- Sala Americana: lunes a viernes de 9 a 17 horas.

- Centro Nacional de Información y Documentación Educativa: lunes a viernes de 8:30 a 15 horas.

- Biblioteca, Museo y Archivo Ricardo Levene: lunes a viernes de 10 a 16 horas, con cita previa.