ELECCIONES2017
PASO 2017

Más temor a Venezuela que a un ajuste

El Gobierno nacionalizó las PASO a pesar de todas las expectativas generadas por la elección en Buenos Aires.

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Discurso de Maria Eugenia Vidal | Juan Obregon
El oficialismo cumplió el primer objetivo y gana con la polarización que arrojan las PASO. Si bien es cierto que al discurso de Cambiemos le conviene apoyarse en los datos nacionales que dejaron las urnas, no es menos cierto que aquel partido porteño que hasta no hace mucho pocos imaginaban con proyección y al que aún en la victoria presidencial de 2015 le adjudicaban menos méritos que a los errores ajenos, hoy puede golpearse el pecho con la construcción nacional conseguida: es primera fuerza.

Hablar del resultado de la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y muchos otros distritos no es sólo marketing político.

Gana Duran Barba. En esta elección, como hace dos años, hubo una campaña sin paraísos prometidos como propuesta por delante sino infiernos conocidos si el triunfo fuera ajeno. De uno y otro lado. 

A todos los diluvios que se podrían desencadenar con un triunfo de Macri, y que de aquí en más no tendrían freno con una confianza renovada en la elección de medio término; se contraponía el fantasma amenazante de un camino de regreso al pasado que nos llevaría directo a Venezuela, si los votos le sonreían a Cristina.

Y a nivel país parece claro que,  más allá de que sean o no dos escenarios posibles a futuro, para el grueso de los votantes el ajuste tan temido espanta menos que Maduro o las imágenes que hoy devuelve Santa Cruz. 

Al oficialismo le queda  no relajarse ni abusar de ese dato. Quizás haya obtenido más un voto de tolerancia que de confianza. Debe consolidar esta primera realidad sumándole señales más consistentes en la economía antes de octubre. 
Tendrá enfrente una oposición en dispersión y reacomodamiento. Y no serán meses fáciles para unos ni para otros.