Espía

Una ‘cena verde’ con políticos a la mesa. Una rareza en reuniones de este tipo, pero la Fundación Huésped reunió más peronismo que oficialismo para la cena donde celebró sus 30 años. Estuvieron Felipe Solá, Sergio Massa, Malena y Sebastián Galmarini, Ginés González García, Daniel Filmus, un “ex jugador” de ese espacio como Martín Lousteau –de alta charla con su ex jefe bonaerense Solá–, José de Mendiguren, Juan Manuel Urtubey y María Laura Leguizamón. Del oficialismo, tres de los impulsores de la trunca ley por el aborto seguro, legal y gratuito como Silvana Lospennato –quien vistió de verde incluso–, Karina Banfi, Daniel Lipovetsky y Adolfo Rubinstein; también Carolina Stanley y Enrique Avogadro. Es en comidas como éstas donde la dirigencia guarda sets diferentes, donde la visceralidad para exponer ideas suele agotar al resto. Y si bien no faltaron chicanas generadas por la coyuntura preelectoral, el foco estuvo puesto en otro punto concreto: ver qué sucederá con el tratamiento de la Ley de aborto (ese mismo día fue la manifestación en el Congreso por ese tema) y observar con atención los cifras de VIH y enfermedades de transmisión sexual. De Mendiguren, diputado a quien una de sus hijas le hizo cambiar su voto en 2018 a favor de la legalización del aborto, potenció su compromiso con la fundación y en la subasta para recaudar fondos se quedó con la casaca de la Selección firmada por los jugadores. Massa amagó con recibirla de obsequio, pero se quedó con las ganas.

Estados alterados. Ellos saben que no hay nada que no se salde con un par de charlas en pos del único fin que interesa: refrendar el rumbo en octubre. Si las diferencias entre Marcos Peña y María Eugenia Vidal ya forman parte del anecdotario político, ahora subió un punto más el recelo existente entre la gente de Patricia Bullrich y Cristian Ritondo, el hombre posicionado para suplantar a Emilio Monzó en Diputados. Los hechos derivados de la masacre de los cuatro chicos de San Miguel del Monte y el manejo mediático avivaron la tensión entre ellos. Emisarios  de ambos en charlas para atemperar la tensión.

Mar de fondo. Casi al cierre de la semana , los radicales que perdieron en la Convención del lunes sacaron un comunicado apuntado a la votación propiamente dicha. “Es cierto que la resolución fue aprobada por la mayoría, pero es falso que haya obtenido 268 votos. En realidad, los votos nunca se contaron; ni los de la mayoría, ni los de la minoría. (...) El resultado exacto de la votación, pues, no puede saberse”. Si bien apuntan que la posición de ellos perdió, resaltaron que “eso no significa que tengamos que esperar pasivamente que los hechos ocurran” porque para ellos “el final está abierto” y llamaron a “controlar muy de cerca lo que haga la Comisión de Acción Política (...). Sobre todo por la posición que han tenido desde 2015, y tienen aún, algunos de sus miembros”. Este grupo, que integran unos setenta convencionales, marca así su abismal diferencia con los “ultracambiemistas” y piden una reelectura de algunos de los puntos firmados el lunes.