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Jugoso coctel en la residencia del embajador Mamet.

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Jugoso coctel en la residencia del embajador Mamet. Como todos los diciembres, se suceden diariamente cócteles político-empresariales de fin de año. Por lo general no se están viendo caras que derrochen felicidad, pero sí se comparten comentarios de lo más jugosos. Uno de los epicentros de estos intercambios fue la residencia del embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, donde Noah Mamet y la Cámara de Comercio norteamericana (AmCham) despidieron 2016 y probablemente también al diplomático, que con el abrupto cambio de mando en su país natal no tiene expectativas duraderas en su primer destino en la diplomacia. Más allá de la habitual lista de presencias, frondosa, se escucharon ciertas afirmaciones llamativas. Varias de ellas se dirigieron al reciente “retiro espiritual” que el Gobierno desarrolló en Chapadmalal. Por caso, un empresario con llegada a los ex CEO que ahora integran la administración de Mauricio Macri señaló que las encuestas presentadas durante el workshop costero intentaron mostrar solidez de la imagen presidencial, sobre todo en cuanto a las dificultades por la herencia del kirchnerismo, pero que en lo cuantitativo se deprecia la evaluación de la gestión, aunque no alcance niveles alarmantes: araña casi el 50% de aprobación, con oscilaciones. Un banquero consideró que la cumbre pareció subirle el precio a Emilio Monzó, el hasta hace un tiempo discreto presidente de la Cámara de Diputados y que a partir de una entrevista a PERFIL agitó aguas en el oficialismo por sus dardos hacia adentro y sus flores hacia el peronismo.

Grassi en la corte. Otro de los temas que circuló en la residencia del embajador Mamet enfocó a la Corte Suprema de Justicia. Hace unos días circuló la versión de que la causa del padre Julio César Grassi, condenado en instancias anteriores por abuso de menores, estaba siendo analizada por los integrantes del máximo tribunal del país y que cada uno de ellos había recibido desde El Vaticano un libro que intentaba demoler los argumentos contra el sacerdote. Según relató un diplomático con conocimiento de lo que sucede en la Corte, no todos los miembros recibieron esa obra que habría llegado con bendición del papa Francisco. Y aseguró que los cinco cortesanos –Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz– ya analizaron la causa Grassi, por lo que arriesgó que antes de las Fiestas y de la feria judicial de enero podría salir la sentencia de la Corte sobre ese caso. Justo en momentos en los que los abusos de sacerdotes a menores vuelven a estar en el tapete tras el escándalo revelado en un colegio para chicos hipoacúsicos de Mendoza.

Subiendo el perfil. Hablando de la Corte Suprema, en este mismo ágape del embajador Mamet (jugoso como se ve en cuanto a información circulante), uno de los dirigentes políticos oficialistas presentes llamó la atención sobre la aparición pública de un personaje del que se habla mucho en el Palacio de los Tribunales, pero se lo conoce o se divulga poco. Se trata de Héctor Marchi, el poderoso y controvertido administrador de los recursos de la Corte, rafaelino como el presidente del tribunal, Ricardo Lorenzetti. La semana pasada presentó en Rosario un libro de su autoría sobre responsabilidad fiscal y social. Y en una entrevista al diario La Capital, declamó que “la responsabilidad fiscal no es solamente una herramienta técnica sino un instrumento político”. Obviamente se puso como ejemplo. ¿Habrá sido en defensa propia?