Después de tanto tiempo, ya puede afirmarse que Nuria Quintela aprendió a mostrarse mediáticamente en la proporción justa. Cuando comenzó su relación con Franco Macri –un tumultuoso verano en Punta del Este–, supo escuchar los consejos de gente que le acercó el empresario y que hoy sigue siendo su círculo de consulta y también de protección. Así, los medios publicaron, por ejemplo, que ella había estudiado chino para acompañar a Franco cuando él instaló una oficina allá o incluso que hasta Nuria se encargaría de algunos asuntos en esa sede. Si fue mito urbano o realidad, ahora todo eso es historia. Nuria ya no es la pareja de Franco y este verano volvió nuevamente a Punta del Este con su novio, Rudy Rojas, con quien incluso convive en Buenos Aires. Este joven tiene poco más de 30 años y es editor de una publicación considerada under, Regia Magazine con su correspondiente ubicación también en sitios como Facebook. Rojas no es un joven con fortuna, pero sí un creativo reconocido por algunos pares y gente de cierto circuito cultural. Quizá algo de esto, y de su forma de ver las cosas, motivó a que incluso Franco Macri invitara a su ex pareja y a él a alguno de los viajes que en el verano europeo realiza en barco por la costa amalfitana. Se sabe que al empresario –e incluso él lo expresó algunas veces– le gusta rodearse de gente joven cuando está de vacaciones, porque es su manera de no sólo entretenerse sino de mantenerse informado de los temas que interesan a ellos.
Vernissage y ventas La apertura de ESTE Arte tuvo 500 invitados que pasearon por la feria y degustaron un gran asado bajo una imponente luna llena. Entre los coleccionistas invitados Eduardo Costantini se mostró sorprendido por las galerías presentes y por varias de las obras expuestas sin expresar qué compraría. También hubo colegas suyos como Andrés y Canela Von Buch, Aníbal Jozami, Carlos Abboud, Raúl Nahon y Alexander Vik, y otros como la diseñadora inglesa Paula Thomas y Nando Parrado, los artistas Leandro Erlich y Luna Paiva, la curadora Verónica Cordeiro, los Eskenazi, Dudú von Thielmann, varios miembros del comité de adquisiciones del Malba. El vernissage fue una fiesta y registró algunas ventas, las más relevantes de ese día fueron cuatro piezas del cubano Carlos Garaicoa de seis mil dólares cada una, en Galería Continua; Carlos Caamaño vendió dos series del artista peruano Sebastián González en 1.400 dólares cada serie; la Galería Marte, una escultura de Andrés Santángelo por 1.500 dólares; Galería del Paseo una obra de Marcia Xavier –mujer del famoso músico y poeta Arnaldo Antunes – en 7 mil dólares, y la tradicional Galería Sur, una de Wilfredo Díaz Valdez en 4.500 y en 12 mil una de Víctor Magariños.
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Sigue la interna Este es un verano en Punta del Este donde son pocos los que dicen “No, gracias” a una invitación a cenar dado los precios elevados de comer afuera. Por eso hubo asistencia perfecta a la mesa que organizó la legisladora macrista Carmen Polledo en su casa esteña y ninguno llegó con las manos vacías. El menú propiamente dicho fue rissotto, el “programa” de conversación fue político ante todos los comensales partidarios: Alvaro González, Néstor Grindetti, Juan Pablo Arenaza, María Cecilia de la Torre, Karina Spalla, Federico Salvai y Carolina Stanley. En general hubo acuerdo en casi todo, quizá para que la frase “Nos vemos en otra cena” se haga realidad y con asistencia perfecta. Igualmente el momento más interesante fue el debate de los pro y los contra de llevar a Gabriela Michetti o a Horacio Rodríguez Larreta como sucesor de Macri en las elecciones porteñas.
Estrategia objetada A Karina Rabolini le agregaron un equipo de casi diez asesores. Hay un fotógrafo, un cámara, gente de prensa y consultores de campaña. Para las notas no la dejan posar; dicen que si posa queda como una artista de espectáculos o mediática, y que ella debe verse natural. Entonces le hacen fotos para notas mientras camina, o hace que habla con alguno para que quede más casual, y tiene que evitar mirar a la cámara. Pero para los medios que, por ejemplo, siguieron su paso por Mar del Plata, las imágenes entregadas por este equipo de campaña fueron impublicables, e incluso Rabolini no salió favorecida. De hecho, algunas no le gustaron a ella, y fueron las que le tomaron mientras la hicieron caminar por el Torreón marplatense con público de fondo.
In memoriam Esta vez les tocó el turno de indignarse a los politólogos, una raza con sus bemoles, por cierto. El motivo: el fallecimiento a los 97 años del pensador francés Maurice Duverger y la nula repercusión que tuvo en Argentina el suceso, dado que sus obras han tenido una enorme influencia en la formación de varias generaciones en Derecho, Sociología y Ciencia Política. De esto se habló en una carpa marplatense de Playa Chica, búnker veraniego del politólogo Juan Manuel Sabaris. Al parecer, junto a varios de su colegas –no se sabe si por efecto del sol o el resabio de la alimentación festiva– incluso pensaron en organizar una serie de homenajes y hasta crear una agrupación referenciada con la obra del intelectual. Se evaluaron varios nombres, pero para mantener la objetividad que requiere la profesión descartaron La Maurice, y así evitar que los relacionen con el PRO. Con picardía, un funcionario sciolista presente y muy instruido propuso el nombre Los Naranjos, que se relaciona con el libro Les Orangers du Lac Balaton, escrito por Duverger. Finalmente, irían a lo seguro: La Duverger.
Un antiacido, por favor En La Barra, en un restaurante familiar próximo al puente ondulante, Darío Lopérfido se ubicó solo en una mesa; minutos después, bajó de un Citroën oscuro con capa negra y ribetes blancos su flamante esposa, Esmeralda Mitre, quien se sentó a su lado y con un semblante que expresaba disgusto le dijo: “¿No me podías llevar a un lugar más agradable que esta grasada? ¿Qué tenemos para comer en este lugar de m...?”. Acto seguido, comenzó una discusión entre ambos y finalmente él la convenció de quedarse. Lopérfido le leía el menú y ella, con la misma cara que tenía cuando había llegado, se quejaba de lo que ofrecía la carta y durante toda la comida no paró y siguió de igual modo. ¡Delicias de la vida conyugal en verano!
Descanso y lesion Descanso, deporte y familia. Ese fue el combo vacacional de Mauricio Macri en las casi tres semanas que pasó en Villa La Angostura. De allá trae seguramente algunas imágenes espontáneas y personales, también las que realizó en apoyo a la campaña de Pechi Quiroga por el centro de La Angostura, y una leve lesión –quizá tendinitis, por la práctica de golf o tenis– en la mano derecha que lo obliga a usar una muñequera.
