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Mario Cirigliano en la boda de su hija Florencia

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Su esposa Isabel Ciancaglini de Cirigliano se encargó de los detalles de la fiesta: el catering, el salón y el show; él, Mario, de hacer los llamados estratégicos para conseguir la seguridad adicional que impidiera que la ceremonia religiosa del casamiento de su hija Florencia con Marcelo Quiroga fuera empañada por alguna manifestación de los familiares de las 51 víctimas de la tragedia de Once. Con vallado y personal privado de seguridad, y también policía de civil, Cirigliano logró proteger la iglesia San Benito de Palermo, y hasta pudo abandonar el lugar apenas molesto sólo con un fotógrafo de PERFIL. Pero ése fue el único flash fuera de libreto ya que, una vez que toda la familia y los 250 invitados llegaron al Palacio Frers, en La Rural, Florencia, la hija de Cirigliano que maneja la empresa en Miami, pudo disfrutar de la fiesta –que terminó a las 7 de la mañana del día siguiente– que su madre le había diseñado y que por 500 mil pesos, aproximadamente, su padre había financiado.

Humor y filosofia
En la Federación de Docentes Universitarios se realizó una cena para agasajar a Gianni Vattimo. El filósofo italiano adviritó: “Ya hablé mucho en estos días así que ahora, con tanto vino tinto, excúsenme un poco”. Sin embargo, ante las preguntas de algunos invitados, se explayó en conceptos que fueron desde cómo era ser un “comunista cristiano” (...) que, aunque no espera mucho de la Iglesia como institución ni del Papa, está convencido de que “Francisco es mucho mejor que otros que lo precedieron”. También, ante otra pregunta, derivó en otro concepto que, de haber habido hombres de la ciencia presentes hubiera generado un debate caliente: “Los científicos son amigos del poder, no de la verdad”. Pero el clima ameno de la cena, que tuvo como invitados entre otros a Eugenio Zaffaroni, Jorge Telerman y Rep, derivó no sólo en que Vattimo se pusiera a cantar fragmentos de Cuando calienta el sol, Nel blu di pinto di blu, la marcha de la Internacional Socialista y hasta el estribillo de La Marcha Peronista que los anfitriones entonaron para cerrar el encuentro, sino en que el filósofo se mostrara como buen contador de chistes en los que intercaló palabras en ambos idiomas para hacerlos así “de salón” al aplicar el italiano en palabras que en español sonarían groseras. “Un amigo le relata a otro que, estando de viaje en la selva africana, relató Vattimo, un africano grandote lo sorprendió y abusó de él. El que escuchaba se apenó y le dijo: ‘Uy, imagino cuánto dolor, una bestia...’; el afectado respondió: ‘Uh, sí, y no sólo eso, ahora no me llama, no me escribe, no se nada de él...’”. Luego, el filósofo continuó: “Un amigo se queja a otro de que los judíos son la causa de todos los males del mundo; éste trata de convencerlo de que está equivocado pero ante la terquedad del primero le pide ejemplos; entonces responde: ‘Hay un montón, mirá por ejemplo la tragedia del Titanic, tanta gente muerta en ese mar helado y todo causado por un judío’. El segundo escucha perplejo y le responde: ‘¡Pero, por favor, qué decís, por favor!’; enojado, el primero le espeta: ‘¿Acaso iceberg no es un apellido judío?’”.

El “pongui-pongui”
A la lista de peculiaridades que definen el perfil de Guillermo Moreno, esta semana se le sumó una. En el Salón Néstor Kirchner del noveno piso de la Secretaría de Industria, se convocó a ejecutivos de petroleras, a proveedores de esa industria y a aspirantes a serlo. Y antes de finalizar el encuentro, el secretario más colorido de la gestión pasó lo que denominó un “aviso parroquial” y anunció que el martes próximo –pasado mañana– se realizaría un festival en Tecnópolis en ayuda de los afectados por las inundaciones. Como en estos casos, se aceptarán alimentos no perecederos y además, dijo: “Se viene el ‘pongui-pongui’. ¿Que qué es eso? Acá hay muchos jóvenes y por ahí no entienden pero también veo muchos de pelo blanco, así que pregúntenles a ellos. Cada uno de acuerdo con su billetera, no voy a decir cuánto, que pongan... No voy a decir 5 mil, ni 10 mil, ni 100 mil... No es lo mismo la billetera de Bulgheroni, a quien veo ahí, muy dispuesto, que la de otros. Cada uno sabe. Pero, muchachos, ustedes me entienden. Llegó la hora de la solidaridad. Aunque sea una vez en la vida hay que aprender a ser solidarios. Por eso, llegó la hora del ‘pongui-pongui’”. Y así, fiel a su estilo, en mangas de camisa y sonriente, despachó los últimos chistes cual protagonista de un show de stand up y cerró el acto, ante las sonrisas y aplausos de los presentes, muchos de los cuales se fueron tanteando sus billeteras e imaginando qué cifra sería la adecuada para el “pongui-pongui”.

Subasta a beneficio
Habitual sede de agasajos diplomáticos y culturales, la Embajada de Francia –que comenzó ya a remodelarse– ofició a mitad de semana como punto de encuentro para una causa solidaria. En la residencia de la calle Cerrito se realizó una subasta de arte para recaudar fondos para ICW Global, una organización de ayuda a mujeres y niñas con el virus de HIV que preside Mónica Pérez. La obra estrella de la noche fue Silla voladora, de Marta Minujín, una silla propiamente intervenida por la artista que salió con una base de 70 mil pesos y fue adquirida por una joven empresaria en minutos. En el remate, dirigido por Mónica Poggio y Teresa Anchorena se subastaron también piezas de artistas como Delia Cancela, Marie Orensanz, Luna Paiva –hija mayor de Anchorena–, Josefina Robirosa –una de las obras por las que más se pujó–, además, un cuadro “intervenido” por Alan Faena que según dijo Poggio, suegra del empresario hotelero, es “el único que van a ver hecho por él alguna vez”, y unos zuecos con pompones firmados por Dalila Puzzovio que salieron con una base de 25 mil pesos y que terminó adquiriendo la propia Anchorena para su colección de arte contemporáneo. También se llevó una obra –un acrílico de Carolina Antoniadis–, el abogado y hombre de Aeropuertos Argentina 2000, Máximo Bomchil. Entre los presentes estaba Juliana Awada –fue junto con su hermana Leila–, quien donó uno de sus cuadros para este remate. El dueño de casa, Jean-Pierre Asvazadourian ofreció además un cóctel con el que contribuyó a su reputación de buen anfitrión. Aunque esa mañana se supo que Guillermo Alonso, dejaba su puesto en el Museo Nacional de Bellas Artes, poco se habló sobre quién resultará sucesor después del concurso que, por reglamento, se hará.

Plaza real
A pesar de la negativa de los concejales del PRO que se opusieron en la votación, la localidad patagónica de Villa La Angostura tendrá una plazoleta en homenaje a la futura reina de Holanda, Máxima Zorreguieta. Ese espacio, que llevará el nombre Plazoleta Reina de los Países Bajos y donde se instalará una escultura de un artista local, surgió de una iniciativa del ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, enmarcado en un acuerdo entre las Cancillerías de Argentina y Holanda. Villa La Angostura no es un lugar ajeno a la futura “reina holando-argentina”, ya que allí tiene una propiedad donde pasa sus vacaciones de verano, varios amigos de su familia también tienen casa en el country más top de allí, Cumelen, y además uno de sus hermanos también posee un restaurante.

Acciones en baja
El referente de La Cámpora José Ottavis sufrió un nuevo desaire del kirchnerismo y, esta vez, fue la propia Cristina Kirchner quien lo enfrentó. Esto sucedió en la reunión que la mandataria tuvo el miércoles último en La Plata con ministros nacionales y provinciales luego de la inundación. Entre los que se encontraban estaban Sergio Berni, Andrés “Cuervo” Larroque, Daniel Scioli y Alberto Pérez. Allí, mientras ideaban el operativo de entrega de donaciones, a Ottavis se le ocurrió bromear y mirando a Scioli lanzó: “Espero que no sean todas pecheras naranjas las que repartan las cosas”. Inmediatamente la Presidenta lo dejó sin habla cuando contestó: “Acá hoy somos todos celeste y blanco”. La semana no continuó bien para el diputado provincial. En los pasillos de la Legislatura bonaerense, varios kirchneristas lo señalaban por su estancia en el hotel Corregidor de La Plata. Sucede que, mientras muchos durmieron en la residencia oficial del vicegobernador, Gabriel Mariotto, él había elegido el hotel más importante de la ciudad de las diagonales en la que una habitación puede costar $ 1.227 la noche.

El momo tiene fe
En otro ámbito francés, en tanto, no se habló de arte pero sí de pujas económicas. En este caso fue el restó del Club Francés, donde el líder de las 62 Organizaciones, Gerónimo “Momo” Venegas fue el invitado principal del tradicional almuerzo del peronismo opositor. Este dirigente acaba de presentar su nuevo espacio político – oportunamente bautizado FE en la misma semana en que la Ciudad se llenó de carteles con los saludos de Venegas al papa Francisco–, convocó entre otros a Archibaldo Lanús, a miembros de la fauna menemista como Jorge Rodríguez, Adelina Dalesio de Viola y Rodolfo Barra, y también a Mariano Caucino, que presentó libro en Miami. En las mesas se comentaba que entre los cuadros reunidos en el armado de Venegas figuran los motoqueros nucleados detrás de Marcelo Pariente.

Gol de mitad de cancha
Ni la furia de los elementos puede con el clásico futbolístico del macrismo porteño. Los legisladores y asesores del PRO volvieron a medirse en Puerto Madero, bajo la lluvia. En esta fecha, el equipo integrado por diputados logró extender su invicto, gracias a un zapatazo desde la mitad de la cancha que Rogelio Frigerio colocó en el ángulo del arco rival, con el que marcó el 2 a 2 cuando el partido moría. El primer gol de su equipo lo había anotado Cristian Ritondo. Volvió a destacarse la marca rústica de Enzo Pagani, que se consolida de a poco como un áspero líbero. Menos suerte tuvo Jorge Garayalde, quien salió por lesión y está en duda para el próximo encuentro.

Diplomacia de ‘toilet’
Del Watergate al Irangate, pasando por el Narcogate o el Swiftgate, la liberación de nuevos documentos de WikiLeaks y el lanzamiento de un nuevo buscador para conocer los secretos del mundillo diplomático estadounidense reveló un dato divertido para las relaciones exteriores argentinas de los últimos años. Y es que en los cables emitidos desde la Embajada de Estados Unidos en la Argentina sobre la bolsa de dinero que apareció en el despacho de la entonces ministra de Economía Felisa Miceli, el nombre elegido para denominar al caso fue “toiletgate”.

Cercano Oriente
En su ceremonia de despedida de la Argentina que se realizó en el Salón Dorado del Palacio San Martín a la embajadora de Egipto, Soha Elfar, la diplomática logró reunir en un mismo salón a sus pares de Estados Unidos, Vilma Martínez, y de Irán, Seyed Ali Pakdaman, como muestra de las amistades que cosechó en el país. En un perfecto español aprendido durante el que ha sido su primer destino diplomático, agradeció al secretario de Relaciones Exteriores, Eduardo Zuain, el apoyo que la Argentina brindó a su país cuando estalló la Primavera Arabe en El Cairo. Zuain aseguró que visitará suelo egipcio en breve.