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Agustina Kämpfer: cumpleaños con amigos en San Telmo. Hay espacios gastronómicos asociados a momentos políticos del país. Así lo fueron, por ejemplo, Harry’s Cipriani y Bice durante el menemismo; algunos de los ubicados en Las Cañitas durante la “era sushi” del delarruismo, y en estos tiempos podría decirse que Marcelo de Puerto Madero y, sobre todo, entre aquellos algo más jóvenes o sub 50, Aldo’s, en La Vieja Recova. Allí, en especial al mediodía, funcionarios y políticos de casi todo el espectro vernáculo alguna vez en la semana se ubican en sus  mesas bajo un cielorraso colorado y las paredes “tapizadas” de botellas de vino –y de algunas cervezas– que también se pueden comprar a precio casi de bodega. Fue en la cava de este espacio de San Telmo donde el 15 festejó su cumpleaños Agustina Kämpfer con un grupo de amigos. Mesa frugal, regada con vino a discresión, fue el escenario de una reunión donde dominó la presencia femenina. Promediando la noche llegó Amado Boudou, quien ese día regresaba de Venezuela luego de haber participado en las elecciones de ese país. Si alguno de los presentes tenía duda sobre si entre el vicepresidente y su pareja había alguna crisis, esa noche el apasionado beso que él le dio al llegar a la cena las disipó. Lo que no se disiparon  pero sí se contuvieron fueron las preguntas en el primer programa de Jorge Lanata y lo expuesto por éste en lo que fue el caso de la semana: Lázaro Báez, Leonardo Fariña y Federico Elaskar. Fue mucho más gratificante para todos escuchar las anécdotas del viaje de Agustina por a la India y su experiencia en el ashram más famoso de Osho.

“Baile” político.
La reunión anual que realiza el Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento)  en los salones del Hotel Hilton de Puerto Madero incluyó una serie de movimientos y puestas en escena de varios de los políticos presentes para evitarse entre sí y también, como sucede en las convocatorias de este tipo, asegurarse determinada foto o evitarse otras para dar a entender en qué situación de negociación o alianza se encuentra tal con cual. Un juego de simulaciones que suele funcionar muy bien en estos casos. En esta suerte de baile el primero que salió a la pista fue Daniel Scioli,  quien arribó veinte minutos antes de las acreditaciones y esperó que llegaran sus primeros compañeros. El gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti y Mauricio Macri, fueron los siguientes en apersonarse y no tuvieron problemas en posar juntos para los fotógrafos; después de todo para eso estaban allí. En un paso de baile, a los ojos de los presentes  muy evidente y coordinado, Scioli se retiró antes de comenzar la cena. A los pocos minutos, aparecía triunfal por las escaleras su supuesto socio en la aventura electoral de Octubre, el diputado Francisco de Narváez y su esposa, Agustina Ayllon, quien como Juliana Awada a Mauricio, le suma mucho en presencia a la hora de posar para las fotos: como se ha repetido en esta sección, ambos políticos, cuando posan con sus esposas logran un espacio gráfico en las revistas que estando solos no lograrían. Y en el caso de la ex modelo y abogada oriunda de La Plata ella aporta, es elegante, sobria y siempre tiene la sonrisa justa; los excesos gestuales y estéticos no figuran en su ADN. Fue con la llegada de De Narváez que quien desapareció de la pista , por un buen rato, fue el jefe de gobierno porteño, tal vez para alejar conjeturas apresuradas. Pero la pareja que definitivamente se perdió el baile, ya que llegaron directamente cuando ya todos estaban ubicados en las mesas –algo que también a veces es provechoso–, fueron Sergio Massa y Malena Galmarini, quienes muy retrasados y para evitar las fotos de rigor se dirigieron directamente a sus lugares. La convocatoria fue satisfactoria para los organizadores porque las mesas, que costaron en promedio 70 mil pesos cada una, se completaron con políticos como Rosana Bertone y Jorge Landau, Manuel Garrido, Ernesto Sanz, y Ricardo Gil Lavedra, Graciela Ocaña, Rubén Giustiniani, Federico Pinedo,  Darío Giustozzi, Darío Díaz Pérez, José Manuel Corral, Mónica Fein, Fernando Gray, Osvaldo Cáffaro, José Eseverri y Ramón Mestre. También estuvo presente, pero desde un discurso dado vía pantalla de video, fue Juan Manuel Abal Medina. Este tipo de reuniones suelen ser algo extensas en discursos y como para muchos sucedió con el dado por Fernando Straface, director ejecutivo de Cippec, fue algo básico al referirse por ejemplo, al concepto de democracia en un ámbito donde, aunque a veces no parezca, los invitados lo tienen incorporado. Igualmente, en cenas de este tipo es mejor ser básico a sacudir el avispero; hay que asegurarse asistencia plena en la siguiente.

Nada es lo que parece. Las denuncias periodísticas por presunto lavado de dinero que estallaron esta semana ocuparon la mayoría de las sobremesas de las reuniones sociales. Y en una de ellas, mientras todos los comensales señalaban lo inverosímiles que resultaban las retractaciones de Leonardo Fariña y de Federico Elaskar –quienes primero dijeron que habían sacado plata del país a través de la financiera SGI y luego dijeron que habían mentido deliberadamente–, un memorioso de esos que nunca faltan recordó que en la Argentina no hay que subestimar la credulidad de la Justicia ni la capacidad de los abogados para diseñar estrategias de defensa. Y para ilustrar esta idea, recordó que el escándalo de los casinos ilegales que estalló en Puerto Madero hace una década quedó prácticamente en la nada cuando los implicados argumentaron que nada era lo que parecía, es decir, las fichas, las mesas de juego, las bebidas, la barras de tragos y hasta las camareras eran parte de la utilería y del elenco de un set de filmación, y que allí no se estaba cometiendo ningún ilícito sino que se filmaba una película. El memorioso tuvo su laguna: no recordaba qué abogado diseñó ese guión y los escuchas, con la historia refrescada, no necesitaron googlear para ubicar tan mediático nombre.

Directo al taller.
En un año en el que la flota presidencial debe estar en óptimas condiciones para encarar la campaña electoral 2013, Cristina Kirchner decidió poner a punto los dos helicópteros en los que suele desplazarse: el Sikorsky S70-A Blackhawk y  el Sikorsky S76 B Spirit. Ambas reparaciones, sumadas a algunos ajustes más del Boeing 757 matriculado como Tango 01, implicarán un desembolso total de $1.883.487.

Wikileaks “vintage”. En la última megafiltración de documentos de los años 70 lanzada por Wikileaks, no sólo salieron a la luz papeles que se refieren a la Guerra de Vietnam, o al golpe de estado contra Salvador Allende. Los nuevos cables hablan también de cuestiones vinculadas directamente con la Argentina. Y no sólo en lo que respecta a asuntos políticos como el inestable curso de los gobiernos de Héctor Cámpora o la tercera gestión de Juan Domingo Perón. Según puede apreciarse en el documento “Confidential” enviado el 18 de mayo de 1973 al Departamento de Estado y al Servicio Secreto desde Buenos Aires, queda claro que a la embajada americana también le interesaban los eventos sociales que se realizaban en el país. Lo llamativo es que si hoy se cruzaran cables por el estilo sobre este tipo de eventos, muchos de los nombres seguirían siendo los mismos. Es que el documento se refiere a una recepción organizada en Buenos Aires para Adele Rogers, esposa del entonces secretario de Estado de Richard Nixon, William Rogers. Y entre quienes participaron del agasajo a la visitante en la residencia del embajador estadounidense fueron, entre otras, Ernestina Herrera de Noble, Elena Olazábal de Hirsch, la artista plástica Josefina Robirosa y la aún hoy directora del Mozarteum, Jeannette Arata de Erize. La lista de invitados que cursó la sede diplomática en forma reservada incluye además el nombre de una por entonces joven candidata liberal que hacía sus primeras armas en la política: María Julia Alsogaray y que figuraba como “hija de un ex ministro”. Entre quienes compartieron la recepción con Rogers, según el portal creado por Julian Assange, estaban además la infaltable Amalia Lacroze de Fortabat, y algunas figuras del mundo del arte y editorial como María Elena Walsh, Victoria Ocampo, y Adriana Civita, y algunas de ellas se sumaron incluso a un paseo  por San Telmo y el Colón.

Premiación.
Randstad, el segundo grupo más grande a nivel mundial en servicios de Recursos Humanos, entregó el Randstad Award a las empresas más atractivas para trabajar en Argentina. Mercedes Benz fue la empresa preferida entre las siete mil personas que participaron de la encuesta sobre employer branding más importante del país. Volkswagen e IBM ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente. Randstad Award es un evento mundial que se realiza durante el transcurso de un mes en 18 países entre los que se encuentran Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Italia, España, Bélgica y China. La gala de premiación, a la que asistieron los principales referentes del mundo del empleo y directivos de recursos humanos, se realizó en Madero Walk Eventos (ver fotos en Punto de Encuentro).

De viaje. Los adscriptos al PRO deben tolerar que muchos les endilguen de vivir con el pasaporte al día y siempre presto como si éste fuera su celular. Que en breve Mauricio Macri pueda ser visto en Hamburgo, ciudad a la que fue invitado oficialmente, suena igual de normal que si se lo ubicara jugando al golf cuando la Ciudad está afectada por un ocasional temporal. Pero las esquirlas que provocó internamente el manejo de la última inundación porteña llevó a que los funcionarios macristas comuniquen con discreción sus viajes personales, mucho más aquellos que tienen como destino un lugar fuera de la Argentina. Tal es el caso de Esteban Bullrich quien había planeado con antelación unas vacaciones a Europa que fue postergando de acuerdo se extendía el conflicto docente. Ya superado el asunto, el ministro de educación porteño partirá hacia el Viejo Continente donde, además de compartir tiempo con su familia quiere comenzar de a poco su entrenamiento aeróbico para regresar a las maratones. Este pasatiempo antiestrés lo llevó ya a competir en dos ediciones del maratón porteño. Hasta que una lesión en uno de sus pies lo obligó a retirarse.

De paso por la TV. La reforma judicial impulsada por el oficialismo no sólo produjo escenas dignas de una telenovela en el Congreso. También marcó el pulso de algunos ciclos televisivos en los que se cruzaron legisladores de distintas bancadas. La ultracristinista Diana Conti, por ejemplo, llegó como invitada al programa que conduce Maximiliano Montenegro por Canal 26, pero hubo algo que no le gustó –y todavía se preguntan qué– y la diputada se escapó a los gritos del estudio de la calle Fraga. La misma noche, pero en los estudios de TN, el radical Oscar Aguad, el macrista Federico Pinedo y el peronista opositor Eduardo Amadeo aguardaban su turno para salir al aire, cuando llegó el riojano Jorge Yoma. De buen humor, el senador saludó a todos mientras decía: “Ah bueno, están todos los próceres aquí”. Todos lo saludaron afectuosamente, y se guardaron de hacer comentarios por esa remozada estética menemista expresada en unos polémicos jeans chupines y el saco blanco.

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