ELOBSERVADOR
beatriz busaniche, de la fundacion via libre

“Acá se vigila a quienes interpelan al poder”

Milani. Mandó comprar equipamiento de espionaje en Alemania.
| Cedoc Perfil
Beatriz Busaniche es miembro de la Fundación Vía Libre, que se especializa en el país en el monitoreo de la libertades civiles, en particular en la web.
—¿Existe un paralelo entre las denuncias contra la NSA en Estados Unidos y lo que pasa en nuestro país?
—Esas denuncias ponen sobre la mesa algo que en la Argentina es moneda corriente. En nuestro país el problema principal es la ex SIDE. En Estados Unidos suceden abusos cuando existen organismos de control que funcionan, podemos imaginar nuestra situación cuando, por ejemplo, la comisión parlamentaria de inteligencia no se reúne y se niega a otorgar información. Hace dos años Vía Libre demandó que la comisión informe sobre sus actividades, pero jamás recibimos respuesta.
—¿Existe una vigilancia masiva como la que se denuncia en EE.UU.?
—Acá está más dirigido a ciertos sectores que se pueden levantar e interpelar al poder, por eso se vigila ilegalmente a sindicalistas, como reveló el caso Proyecto X, a periodistas o políticos. Sin embargo las compras de tecnología de espionaje que realiza el Ejército que dirige César Milani, un hombre que proviene del área de la inteligencia, nos hace suponer que están preparándose o implementando ya esos métodos masivos de vigilancia. Debido a un pedido de información de parlamentarios verdes tenemos documentadas compras de tecnología de espionaje a Alemania. Sin embargo, esas compras permanecen en secreto, ya que es una prerrogativa de los organismos de inteligencia.
—La Argentina es uno de los países con mayor cantidad de usuarios de redes sociales, en particular Facebook. ¿Implica algún riesgo?
—El riesgo básico es la comercializacion de la vida privada de las personas. Facebook comercia los espacios más privados: nuestros gustos, nuestras relaciones, nuestros amores, además de que pone al descubierto las asociaciones políticas a las que podamos pertenecer. Pero más allá de la cuestión política, una empresa puede acceder a los datos más íntimos para vendernos mejor sus productos. No hay que ser paranoicos, pero incluso quien dice no tener nada que ocultar entrega al mercado su bien más preciado, que es la intimidad.
—¿Usted es usuaria de Facebook?
—No.