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A 72 años del 17 de octubre de 1945

Martín Balza: “Juan Perón fue un líder que seducía y persuadía”

El 17 de octubre de 1945 es un hito en la historia política argentina y una fecha emblemática para un sector importante de nuestra sociedad.

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Dentro y fuera. La mística de Perón fue una identidad, analizada incluso por Ernesto Sabato. | CEDOC

El 17 de octubre de 1945 es un hito en la historia política argentina y una fecha emblemática para un sector importante de nuestra sociedad. Para otro, aún hoy es un jalón de una lamentable y no superada antinomia peronismo-antiperonismo. Ese día, una irrupción popular espontánea sobre Buenos Aires y otras importantes ciudades del interior dio nacimiento al justicialismo, al peronismo, “ismos” que trascendieron por más de medio siglo. Ese día Juan Domingo Perón fue llevado a la Casa Rosada y, dirigiéndose desde el balcón a una enfervorizada multitud, dijo: “Los estrecho a todos contra mi corazón”, e improvisó un discurso en un lenguaje simple, directo, apasionado; tenía el don de la palabra: seducía y persuadía.

Sentimiento social. Dos reconocidos escritores, y críticos del peronismo –Ernesto Sabato y Ezequiel Martínez Estrada–, describen con claridad meridiana ese acontecimiento. Sabato dice: “En aquel movimiento hubo un justificado anhelo de justicia y de dignidad frente a una sociedad fría y egoísta que explotaba a los pobres de la manera más denigrante, esclavizándolos en esa especie de campos de concentración que eran los yerbales y los quebrachales”.

Por su parte, Martínez Estrada expresó: “El 17 de octubre Perón volcó en las calles de Buenos Aires un sentimiento social que nadie había reconocido. Parecía una invasión de gente de otro país, hablando otro idioma, vistiendo trajes exóticos y, sin embargo, eran parte del pueblo argentino, del pueblo del Himno. Porque había ocurrido que hasta entonces habíamos vivido extraños, aparte de la familia que integraba ese pueblo, ese bajo pueblo, ese miserable pueblo, lo habían desplazado y olvidado aun los políticos demagógicos (…) Eso era también pueblo que no habíamos tenido en cuenta, como dije, pero que existía (…) Era un pueblo vivo, un pueblo viviente que ahora estaba en marcha”.

Carismático. Perón gravitó en la vida política argentina como ningún otro político del siglo XX y, aun sin proponérselo, visualizó en parte del pueblo argentino un posperonismo vigente en el siglo actual. En su momento, pocos apreciaron que el peronismo era aun más que Perón. Tampoco que su autoridad, carisma y atributos de liderazgo eran intransferibles y no trascenderían su persona. Después de él, el peronismo será nostalgia, pero también vitalidad y sentimiento nacional.

*Ex jefe del Ejército Argentino, veterano de Malvinas y ex embajador en Colombia y Costa Rica.