ELOBSERVADOR

La militancia juvenil: agenda común en un país dividido

Comparten su interés por temas como educación, trabajo o pobreza, y la importancia que les dan a las redes sociales para canalizar sus propuestas.

Lobato, de la Juventud Radical.
| Cedoc

Hijos de la democracia. Poco saben de censuras y resistencias. Pero conocen de hiperinflaciones, crisis y antagonismos. Los jóvenes dirigentes políticos de la segunda década del siglo XXI tienen personalidad y, si bien sus deseos de transformación y trascendencia no son diferentes de los de otras juventudes, están marcados a fuego por las ideas neoliberales que acunaron sus primeros años de escuela y las disyuntivas imperativas que separan hoy a quienes están o no con el Gobierno. Los jóvenes de entre 16 y 34 años representan más del 50% del padrón de las próximas elecciones. Son un bien preciado para los candidatos. Ellos lo saben y están dispuestos a “jugar” fuerte para introducir en el debate electoral los temas que les interesan. ¿Qué piensan estos jóvenes multifacéticos que discuten mientras chatean y miran la TV que los acompaña todo el día, con su rum rum de fondo? ¿Cómo comunican sus ideas? ¿Son contestatarios, revolucionarios o conservadores?

La “gloriosa”. Rafael Villanueva (23) tomó la decisión de empezar a participar “orgánicamente en política” después de la crisis del campo de 2008. “Pensé que si había tanta oposición al kirchnerismo de esos sectores que sabemos bien a quién representan, entonces era necesario tomar posición clara”. Su vida estuvo siempre atravesada por la política. Su papá es Ernesto Villanueva, sociólogo, quien fue el rector más joven de la UBA (con 28 años) en los 70. Rafael creció con el relato del papá, que había estado preso durante una buena parte de la dictadura, 62 pero en 2001 era muy chico y lo único que se acuerda es que ese año “Racing salió campeón”. Sin embargo, poco después condujo el centro de estudiantes del Colegio Pestalozzi, donde armó un grupo de estudios con unos amigos. Hoy trabaja orgánicamente en la JP del Movimiento Evita como responsable de la Capital. “Seguimos fortaleciendo a Cristina, porque es memoria y conciencia de nuestro pueblo, pero también queremos un segundo tomo del proyecto”. Explica, entusiasmado, sus “propuestas programáticas”, como la construcción de un Ministerio de Economía popular, para encontrar una solución a los trapitos, paseadores de perros, cooperativas, cartoneros. Adhiere a la candidatura del legislador porteño Jorge Taiana para la presidencia.

Como la JP Evita, el Peronismo Militante (PM) también integra Unidos y Organizados, el espacio juvenil que respalda a la Presidenta. Joaquín Pérez Suárez es el responsable de la juventud porteña del PM. Nació en 1988 y lleva la marca “peronismo” desde la infancia. “Me crié en una unidad básica”, dice. “Mi papá era delegado de Luz y Fuerza y mi mamá militó en la universidad, en La Plata, en la etapa más dura, egresó de Filosofía y Letras en el ’76”, cuenta. El año 2001 lo encontró militando en la escuela Mariano Acosta, en el barrio de Balvanera, donde creó una agrupación que se llamaba Los Eternautas. “El 19 de diciembre fui a la Plaza con mi papá. Y después íbamos al Club del Trueque”. Apenas cumplió los 18 años, se afilió al PJ de la Capital, pese a que es crítico con la estructura. “El PJ en Capital es complicado, pero en nuestra organización creemos que el peronismo es un lugar de disputa de sentidos, tenemos que convivir y confrontar dentro del partido”.

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La institucionalidad. Pese a las dificultades que atraviesa desde hace años el partido radical, su juventud sigue organizada. Sus representantes son elegidos entre los más votados de un plenario integrado por tres representantes por provincia. “Otras organizaciones no tienen esta garantía democrá- tica. En el PJ nacional designan a un secretario general de la juventud desde la dirigencia adulta, no lo hacen los propios jóvenes”, dice Leandro Lobato (27), presidente de la JR Nacional, pampeano, integrante de Cantera Popular y a cinco finales de recibirse de abogado. Los papás de Leandro nunca llegaron a la universidad, son comerciantes en Santa Rosa.

Y él está orgulloso de provenir de la Franja Morada. Los jóvenes radicales tienen dos estructuras para participar: la juventud y la Franja. Hace años saldan sus diferencias internas alternando conducciones. Actualmente, la Cantera conduce la JR y la Red preside la Franja, con Emilio “el Búho” Cornaglia a la cabeza. También los radicales tienen la presidencia de la Federación Universitaria Argentina desde 1984.

Jóvenes en red. Para Delfina Félix (19), vicepresidenta de la JR de Pilar, Facebook “se convirtió en una herramienta de trabajo. No sé cómo hacían en otros tiempos, nosotros hasta tenemos un grupo de discusión por Face”. Delfina tiene otros intereses: este año fue Reina de la Flor de Escobar y baila en la comparsa O Bahía, de Gualeguaychú. “Soy como Nito Artaza, artista y política”, se ríe. Y confiesa que estudia danza y acrobacia con Flavio Mendoza.

En Facebook los jóvenes convocan a sus actividades. “Muchos chicos leen el diario por Twitter”, cuenta Juan Carlos Saintotte, dirigente del Frente Renovador. Gustavo Seneiter, concejal de Mendoza y responsable de la Juventud del PRO a nivel nacional, recuerda lo exitosa que fue su campaña a legislador por las redes. “Es una herramienta que te acerca a la gente y permite un ida y vuelta”. De cualquier modo, él lee los diarios digitalmente, pero también algo en papel: “Es una costumbre familiar”, acota. Seneiter está afiliado al PRO, pese a que su partido cree en el “movimientismo en base a voluntarios”.

Como unir al UNEN. El anuncio de ruptura de Lilita Carrió con el UNEN resquebrajó la estructura que los jóvenes de las diferentes fuerzas que integran el frente venían soldando. Desde hacía seis meses se venían reuniendo semanalmente para construir una agenda y una mesa de la juventud, y hasta planeaban un acto para ayer en el Planetario. El eslogan planteado era “Dale volumen, voces jóvenes por la Argentina que se viene”. El acto quedó en suspenso, pero aseguran que van a seguir reuniéndose. Sin embargo, el clima interno se enrareció bastante. En la última reunión, los referentes de Libres del Sur amenazaron con retirarse si seguían participando los de la Coalición. Radicales y socialistas trataron de poner paños fríos para mantener la unidad. “Seguimos perteneciendo a la juventud del UNEN. Mi organización (Tendencia Dínamo) dentro de la Coalición Cívica se referencia con Carrió, pero nosotros seguimos en el UNEN”, aclara a PERFIL Rocío Maciel (23 años), abogada, asesora del diputado porteño Maximiliano Ferraro, que respalda a ultranza a Carrió.

Agenda propia. Más allá de las diferencias y la competencia que se perfila, los temas que los preocupan generacionalmente los unen más que separarlos. Educación, trabajo, pobreza, droga, recursos naturales, contaminación y corrupción son enunciados por unos y otros cuando se les pide una agenda para 2015. “La vivienda, la seguridad y la violencia institucional –agrega Villanueva (JP Evita)–, y cómo hace un joven para acceder el primer empleo”. “Las prácticas, los jóvenes tenemos que cambiar la práctica política. No creo que, como jóvenes, les tengamos que hablar a los jóvenes, sino a la sociedad, según Rocío. Para el mendocino del PRO, lo principal es “la falta de oportunidades laborales y la educación. La mayoría no termina el secundario”. Lobato apunta a la universidad. “La gran deuda es que se mantenga el sistema de educación superior neoliberal del menemismo, con la misma Ley de Educación Superior”. ¿Y un sueño? “Llenar las listas de jóvenes el año próximo”, dice Lobato. “Que no haya tanta contaminación”, apunta Delfina. “Ampliar la democracia”, pide Rocío. “Construir una Argentina de consenso”, apuesta Saintotte. “Que ningún pibe en el país se vaya a dormir con hambre”, dispara Villanueva. ¿Quién se anima a no estar de acuerdo con ellos?