ELOBSERVADOR

Los hechos niegan al Papa

Mevlut Cavusogluo rechazó las expresiones del sumo pontífice sobre el genocidio armenio: “Ignoró las tragedias que afectaron al pueblo turco”, sostuvo.

El papa Francisco, a la derecha, saluda al jefe de la Iglesia Ortodoxa Armenia, Karekin II, a la izquierda, durante una misa del rito armenio en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el domingo 12
| AP

Las declaraciones del papa Francisco y de los representantes de Armenia manifestadas durante la liturgia celebrada en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 12 de abril de 2015 con respecto a los eventos de 1915 se contradicen con los hechos históricos y legales.

Después de haber destacado su voluntad de promover el establecimiento de la paz y amistad entre los diferentes grupos del mundo desde el día en el que fue elegido en el Pontificado, el papa Francisco ha hecho una discriminación en relación a los sufrimientos, por pronunciarse únicamente sobre el de los cristianos y, principalmente, sobre el de los armenios. Desde esta óptica de carácter parcial, ignoró las tragedias que afectaron al pueblo turco y musulmán que perdió sus vidas en la Primera Guerra Mundial.

Hacer referencia solamente a nuestros hermanos cristianos con quienes convivimos en Anatolia durante siglos como si no tuviesen nada que ver con los acontecimientos de 1915, es inaceptable.
El genocidio es un concepto legal. Los reclamos que no cumplan con los requisitos de la ley, incluso si se hubiera tratado de explicarlos sobre la base de una propalada convicción, estarán obligados a ser considerados calumnias.

Teniendo en cuenta los mensajes ofrecidos por el Papa durante y después de su visita a Turquía, pensamos que en la liturgia, podría haberse logrado un consenso para orar por la misericordia de todas esas vidas perdidas durante la Primera Guerra Mundial, sin realizar ninguna discriminación por el hecho de ser cristianos, musulmanes o judíos.

Teniendo en cuenta sus declaraciones, entendemos que está bajo la influencia de la narrativa armenia que persiste a los efectos de fomentar la enemistad histórica en lugar de dejar un legado de amistad y paz para las futuras generaciones. Nosotros rechazamos ese enfoque.

(*) Canciller de Turquía.