ESPECTACULOS
catherine fulop

“Actuar es mi más viejo amor”

La venezolana revela que estudió con Augusto Fernandes y con Julio Chávez. Que dijo sí a la tira en Telefe porque quería encarnar a una mujer bipolar y dice estar feliz por haber sido nominada al Martín Fierro.

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Multiple. Catherine Fulop se mantiene intacta a su edad. Además de actuar conduce en radio. | Sergio Piemonte
Llegó a la Argentina con casi treinta años, y aquí, en  la Argentina Catherine Fulop hizo la mayor parte de su carrera y armó su “hogar”, como ella subraya. “Mi documento dice ciudadanía venezolana, mis raíces están allá. Soy argentina y defiendo a este país de donde son mi marido y mis hijas”.
Desde este lunes a las 16.30 está en la pantalla de Telefe encarnando a una mala, malísima, Fátima, en la nueva tira diaria: Por amarte así, éxito de rating con 9,2 puntos de promedio el martes. En el elenco figuran Gabriel Corrado, Gastón Soffritti, Brenda Asnicar, Sergio Surraco, Héctor Bidonde y Aylin Prandi. Mientras graba estos sesenta capítulos, todas las mañanas conduce desde muy temprano Mi gente bella, por la FM Vale (97.5).
—¿Es la primera vez que harás una villana para la televisión?
—No, en 1997 también encarné un personaje de mala para la segunda etapa de Archivo negro, junto a Rodolfo Ranni. Pero esta Fátima tiene otros matices. Empezando porque sufre de bipolaridad. Es una enfermedad psiquiátrica que debe ser tratada con medicación. Estuve investigando cómo se comportan quienes la padecen y consulté con una psicóloga. Es muy complicada porque se pasa por momentos maníacos y otros depresivos. Es muy compleja como sintomatología.
—¿Por qué aceptaste volver a la televisión?
—En primer lugar porque me llamó Gabriel Corrado, con quien ya había trabajado en Taxi, amores cruzados (2013) y me encantó la idea de volver a compartir set con tan buen compañero y excelente persona. Eso es muy importante para mí. En segundo lugar me tentó el poder hacer de una mala, son muy interesantes de componer.
—Hablás de composición: ¿juzgás a tu personaje?
—Nunca lo hice, pero siento que los años, te dan una experiencia muy valiosa. Además pongo en práctica todo lo que estudié. Ya que estuve en el taller de Augusto Fernandes casi diez años, después de la actuación me entusiasmé con la posibilidad de dirigir, así que también cursé con él esa especialidad. Y por menos tiempo, pero también me preparé con Julio Chávez.
—Actriz, conductora o jurado: ¿qué preferís?
—Amo hacer radio todas las mañanas, pero actuar es mi más viejo amor. Hace mucho que no hago ficción porque últimamente la gente me vio más como conductora o como jurado, pero mi vieja pasión es actuar y me gusta mucho hacerlo.
—Hace unos años que estás en la radio (Vale 97.5) junto a Marcelo Foss conduciendo desde muy temprano. ¿No implica un sacrifico levantarse todos los días a las cuatro de la mañana?
—Te le metés a la gente por el oído y sólo con tu voz. Es muy bravo y muy maravilloso a la vez. La radio una la escucha sola, yendo al trabajo o limpiando tu casa. No es como la televisión, el minuto a minuto, donde se busca el éxito inmediato y si no servís te vas. Aquí no es lo mismo, te da una gran tranquilidad y aplomo. Aprendí mucho, a leer una noticia, a cambiar los tonos y ya tengo más poder de síntesis. Este año me nominaron para los premios Martín Fierro de Radio en el rubro mejor conducción femenina al lado de monstruos como Teté Coustarot, Florencia Ibáñez y Elizabeth Vernaci. La vida me dio ese regalo.
—Competís en uno de los horarios más fuertes de la radiofonía…
—Sí, pero siento que soy la única mujer en esa franja horaria de la mañana en FM. Por eso muchas me escuchan y me siguen. Compito con grandes, ¿qué tengo para ofrecer? … No puedo hablar de política… hablo de lo me siento cómoda que es mi optimismo y la actitud que le pongo al vivir. Eso es lo que me subrayan quienes me siguen.
—En la televisión hay un guión. Pero ¿y en la radio quién te guía?
—Busco estar informada, leer mucho y relajarme. Estudié dos años locución. No me quedo cuando me llaman. Sé que debo mejorar y aprender más. Agradezco mucho el trabajo, pero siempre busco estudiar para mejorar. Me inscribí en el instituto previo al ISER (Dial) y allí tuve locución y foniatría. Tuve que dejar cuando hice Los unos y los otros…
—¿Por qué tu último trabajo teatral fue en el 2009 “Educando a Rita”?
—Me llaman todos los años para ofrecerme estar sobre el escenario, desde los directores Manuel González Gil hasta José María Muscari, sin olvidar al empresario Javier Faroni. Pero es un gran sacrificio. Me alegra que me tengan tan en cuenta, sé que tengo un lugar esperándome.
—¿Tu secreto para conservar un matrimonio de dieciocho años?
—Primero hay un compromiso entre mi marido (Osvaldo Sabatini) y yo. Desde que lo vi lo amé. Nos elegimos y hablamos mucho. También pasamos por alguna crisis, pero siempre recordamos nuestro hogar, tenemos dos hijas y una casa maravillosas. Y no quiero renunciar a esto.