Como si una sola vez no fuera suficiente, Nancy Dupláa y Pablo Echarri se casaron tres veces. Y lo hicieron en tan sólo cuatro días. Durante la mañana del miércoles 7 fueron al civil a firmar la anhelada libreta, por la tarde del jueves 8 tuvieron una ceremonia íntima en su casa de Colegiales con intercambio de anillos y anoche, finalmente, celebraron la boda con amigos en una fiesta a todo trapo. O sea, llegaron los confites.
Todo esto, sin contar la vez que casi llegan al altar, pero en la ficción, en la que el morocho más deseado dejó a su chica vestida de novia y plantada para irse con otra en la película Apasionados, esa que se estrenó en 2002 mientras blanqueaban el romance que en realidad había comenzado dos años antes, cuando protagonizaban la tira Los Buscas y Nancy estaba embarazada de Luca, el hijo que tuvo con Matías Martin.
Los invitados a la fiesta de anoche, que sumaban 500, prometieron no contarle nada a la prensa y, además, pactaron entrar al Tatersall de Palermo sin cámaras de fotos o celulares con capacidad de retratar nada. Tan celosos de su momento soñado estaban los novios que, según trascendió, los mozos y empleados que trabajaron en el lugar habrían firmado un contrato de confidencialidad. Sin embargo, todo finalmente se filtra y, aunque la platea no pueda ver la boda desde la comodidad de su living en un programa de chimentos, sí tiene la posibilidad de saber bastantes detalles.
Entre otras celebridades locales muy engalanadas, asistieron Florencia Peña, Mariano Otero y su hijo Toto (amigo y congénere de Morena Echarri, que tuvo el privilegio de ver a sus papis casarse), Eugenia Tobal, Mirtha Legrand, Diego Maradona y familia, Adrián Suar, Mariano Martínez, varios altos directivos de Canal 13 (eternos empleadores de Nancy) y Telefe (casa laboral de Pablo), Fabián Vena, Inés Estévez, Graciela Borges, Mario Pasik y hasta gran parte del elenco que acompañó a Duplaá en Montaña rusa, aquella tira adolescente en la que conoció la fama allá lejos y hace tiempo y, también, a su primer novio famoso, Gastón Pauls, que en la celebración de ayer brilló por su ausencia.
Viviana Saccone fue una de los del equipo de Montecristo que compartió la velada, aunque no se vio a Liliana Lorenzón, guionista de la novela que, se comenta, se resintió con el galán, que forzó un cambio para el final de la tira. Sebastián Ortega y Pablo Cullel, que se retractaron de contratar a Nancy para la tira Lola, tampoco aparecieron.
Entre los que lamentaron el faltazo se puede contar a Araceli González y Susana Giménez porque no están en Buenos Aires. Después de pasar la noche de bodas en el Four Seasons, hoy los novios partirán de luna de miel rumbo a ¿la Polinesia? (el destino sí quedó guardado bajo siete llaves). Pero a no extrañarlos porque, según el cronograma de presencia televisiva que vienen manteniendo alternada y prolijamente, esta temporada le toca a ella salir a ganar el pan con algún culebrón mientras su marido (ahora legalmente) se queda de amo de casa.
Ante todo, calma. Relajados, así se pudo ver a los actores a lo largo de la semana. El miércoles 7, después de haber pasado por el civil, Pablo Echarri suspendió por dos horas todos los preparativos para ver el partido Argentina-Francia: Tomó mate, bromeó con sus amigos y se subió a una silla a gritar eufórico el gol de Javier Saviola.
Al día siguiente, se cortó la luz en plena ceremonia de entrega de anillos en su casa, junto a una íntima comitiva. Lejos de entrar en un ataque de nervios, los novios dejaron el estrés de lado y llamaron a un electricista. Después, amables, mandaron bebidas y comida para los periodistas que hacían guardia en la puerta y, de broche, salieron para dejarse sacar unas fotos.
*Edición impresa del Diario Perfil.
