ESPECTACULOS
Romina Richi

“Creo que este año me recibo de actriz”

Siempre quedamos hablando del tema. Es difícil no sentir que quedás tocado por la obra”, las palabras corresponden a Romina Richi (38), y habla sobre La hora de la calabaza, el unipersonal que hace meses lleva a cabo bajo la dirección de Alberto Lecchi en el Teatro Payró.

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Ella. En La hora de la calabaza enfrenta el unipersonal para mostrar el final de una relación. | abbate

Siempre quedamos hablando del tema. Es difícil no sentir que quedás tocado por la obra”, las palabras corresponden a Romina Richi (38), y habla sobre La hora de la calabaza, el unipersonal que hace meses lleva a cabo bajo la dirección de Alberto Lecchi en el Teatro Payró. Para Richi es, sin dudas, su año teatral: a esta obra su suman Rabia roja, en el ciclo Mercurio del Regio, una pieza basada en textos de la ejemplar Salvadora Medina Onrubia, y además en octubre estrena con su profesor de siempre, Norman Briski, la obra La conducta de los pájaros en el Teatro Calibán. Para sumar nombres poderosos a su 2017, allí será Rosa de Luxemburgo. Y además como si fuera poco ya tiene prácticamente listo para su estreno un documental sobre Alfredo Arias, el famoso dramaturgo bonaerense, sobre el cual sostiene: “Mi intención es que los jóvenes del teatro, de la actuación, sepan sobre Alfredo Arias. Los jóvenes no saben quién es, no lo conocen. A mí él me fascina. Lo que a él le interesa, suele ser muy apasionante.”

—“La hora de la calabaza” implica una especie de Vía Crucis donde establecés el fin de una relación. No es tu primer unipersonal pero, ¿por qué volver al teatro con esa obra y qué sentís ahora que ya la interpretaste durante meses?

—Me gusta hacerla, me da mucho placer. La paso bien y me divierte. Son horas de escenario que me suman y donde aprendo, y pequeñas cosas se suman con las diferentes funciones. Las pequeñas diferencias entre función y función son importantes. Ahí está el aprendizaje. La hora de la calabaza es una obra que busca el verosímil. Es importante que sea creíble y es algo que trabajamos bastante con Alberto Lecchi. Nunca me va a costar hacer algo que siento que tiene un interés particular, que aquí es vivir algo así sola en el escenario. Es tirarse a un vacío, pero a uno que se va llenando a medida que la obra avanza.

—¿Cómo ves al teatro en este momento?

—Es el momento del teatro, claramente. No es el momento de la televisión, ni del cine. Que algunas salas estén llenas y otras vacías es raro, es hasta misterioso, no se puede saber porqué unas sí y otras no. Siempre fue difícil ser actor en Argentina, y en cualquier lugar del mundo. Es una profesión que es dura. La vida de los artistas en general es dura. Yo tuve la suerte de estar en el momento indicado. Estoy agradecida por eso. Hay que trabajar mucho. Es difícil la estabilidad. Es difícil llegar a un lugar donde podés elegir.

—¿Cuál es tu vínculo con la TV hoy?

—Creo que en tele no hay mucho. La gente no está mirando mucha tele.