La décima edición del
Festival Internacional de Cine Independiente
(BAFICI) comienza hoy con varios cambios con respecto a las anteriores, además de otra
administración en el Gobierno porteño, el
nuevo director artístico Sergio Wolf busca mantener el carácter de
“contracorriente” de una programación que trae películas nuevas y poco
convencionales y a la vez entusiasmar a la mayor cantidad de gente.
En los pasillos del Abasto, donde se exhiben la mayor cantidad de films, el comentario más
escuchado es que
la organización mejoró con respecto a años anteriores. Habrá que ver si la nueva
dirección logra el desafío de convertir al festival en algo menos snob y más masivo, sin perder su
esencia de llevar un cine imposible de estrenar en el circuito comercial.
El Festival había tambaleado en diciembre del año pasado cuando renunció el director Fernando
Martín Peña. Los rumores hasta indicaban que la décima edición quedaba suspendida por tiempo
indeterminado. Sin embargo, el ministro de cultura porteño, Hernán Lombardi, desmintió las
versiones y sorprendió al mundillo del cine al nombrar como director a Sergio Wolf, un reconocido y
respetado crítico, investigador y director con experiencia en gestión al frente del Centro Cultural
Rojas.
Las
entradas para el festival ya se pusieron a la venta y se compraron 41.079. Además
de las operas primas o segundas películas de directores nuevos en la sección competencia, hay otra
sección que promete convertirse en la más exitosa: Trayectorias. Allí, se presentarán las últimas
películas de directores consagrados como Brian de Palma, Gus Van Sant, Werner Herzog, Abel Ferrara,
Todd Haynes, Hou Hsiao Hsien, Michael Haneke, Hong Sang–soo, Paul Schrader, Manoel de
Oliveira, Guy Maddin, Jia Zhangke, Béla Tarr, Naomi Kawase, Park Chan–wook, Miike Takashi Ken
Loach y Carlos Reygadas.
Otras de las secciones se llama “Noches Especiales”, y tiene a tres de los nuevos
directores argentinos más interesantes de los últimos tiempos: Albertina Carri con
La rabia, Lucia Cedrón con
Cordero de Dios y Andrés Di Tella con
El país del diablo.
“Si ya viste a Fellini, ahora vení a ver lo nuevo”, invitan los
afiches desde las calles de Buenos Aires. La selección oficial en competencia es siempre la sección
en la que el espectador corre más riesgos, porque en la mayoría de los casos no conoce a los
directores, pero también es la que puede dar más sorpresas y satisfacciones.
Competencia oficial. Este año compiten las películas francesas
Andalucía, de Alain Gomis y
Mange, ceci est mon corps, del haitiano Michelange Quay, junto a las estadounidenses
Profit Motive and the..., de John Gianvito y
Ballast, de Lance Hammer. También competirán
Correction, de Thanos Anastopoulos (Grecia);
Up The Yantze, de Chang Yung (Canadá);
Help me eros, de Kang-Sheng Lee (Taiwán);
Yo, de Rafa Cortés (España);
El cielo, la tierra y la lluvia, de José Luis Torres Leiva (Chile) y
Flower in the pocket, de Seng Tat Liew (Malasia).
Se suman a la disputa por los principales premios las mexicanas
Intimidades de Shakespeare y... de Yulene Olaizola y
Cochochi de Israel Cárdenas y Laura Guzmán; la iraní
Those Tree de Naghi Nemati; la tailandesa
Wonderful Town, de Aditya Assarat y la china
Night Train, de Diao Yinan. Completan los títulos en competencia tres argentinas:
Los paranoicos de Gabriel Medina;
Una semana solos, de Celina Murga, y
SOS Ex, de Andrés Tambornino.
Este año integran el jurado los cineastas Fred Kelemen (Alemania), Caveh Zahedi (Estados Unidos)
y Luis Ospina (Colombia), el español José Luis Cienfuegos (director del Festival Internacional de
Cine de Gijón) y el crítico argentino Luciano Monteagudo.
En paralelo se realiza una Sección Oficial Argentina con nueve películas en pugna y un jurado
integrado por Amir Muhammad (Malasia), Corneliu Porumboiu (Rumania), Gerwin Tamsma (Holanda), Jean
Pierre Rehm (Francia) y Rubén Imaz Castro (Cuba).
Las películas argentina en esta sección son:
Bye Bye Life, de Enrique Piñeyro;
Construcción de una ciudad, de Néstor Frenkel;
Historias extraordinarias, de Mariano Llinás;
Luego , de Carola Gliksberg;
La orilla que se abisma , de Gustavo Fontán;
Resfriada , de Gonzalo Castro;
Süden , de Gastón Sonicki;
El sueño del perro , de Paulo Pecora y
Unidad 25 , de Alejo Hojean.
También hay una sección de Focos y Retros con directores no tan conocidos que se
podrán descubrir como Ken Jacobs, Pablo Szir, Nicolas Klotz y Jacques Nolot.
Otra de las secciones que promete despertar el interés del público es Música, con
Patti Smith: dream of life y el último filme de Peter Bogdanovich, de cuatro horas de
duración, sobre la vida de Tom Petty, que incluye desde Bob Dylan a George Harrison.
Como todos los años, hay actividades paralelas como charlas, diálogos y master classes.
Además del Abasto, las salas serán Atlas Santa Fe, Teatro San Martín, Alianza Francesa, Museo de
arte latinoamericano de Buenos Aires-Malba, Centro Recoleta, Cosmos, Centro Ricardo Rojas y Teatro
25 de Mayo.
Está claro que
es imposible ver las 427 películas que se presentan durante 12 días, pero buceando
en
la
programación, se podrá al menos concurrir a las que mayor interés despierten y volver a
arriesgar para ufanarse de haber visto esa joya única, que jamás se estrenará en las salas
comerciales.