ESPECTACULOS
Juan Jose Campanella

“El cine argentino es bastante estable”

Involucrado muy fuerte en la animación, presentó con Discovery Mini Beat Power Rockers y tiene en carpeta Floricienta y Metegol. El director ganador del Oscar asegura que la producción cinematográfica local se mantiene creativa, lo cual es para festejar.

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Futuro. Además de Mini Beat Power, Juan José Campanella tiene otros proyectos de animación. | cuarterolo

Mini Beat Power Rockers es el nuevo paso en la animación de Juan José Campanella y es un paso rockero. No sólo eso: es un paso que su estudio Mundoloco CGI (donde trabaja con Gastón Gorali y que nació con el puntapié inicial del largo animado Metegol) da junto a Discovery Kids para “generar un producto moderno que lleve en el corazón a la animación clásica, la de Chuck Jones, la de mi querido Tex Avery, esos cartoons con los que crecía y que adoro. Aquí además se suma la música que nosotros, los más grandes, crecimos escuchando y es una forma de acercársela a los más chicos.” Los Mini Beat Power Rockers se emiten desde el lunes 28 de agosto a las 17:30.

—¿Qué es lo que te interesa lograr en el campo de animación? Sobre todo considerando la magnitud de este proyecto y el inmediatamente anterior en éxito, el largo “Metegol”.

—En realidad cuando empezamos con Metegol, con la película, era claro lo que queríamos lograr: tratar de lograr un polo de animación en la Argentina que no dependiera de los avatares de la económica sino de los avatares de la calidad. Terminamos Metegol y nos vimos con un estudio listo para hacer cosas de alto nivel, para competir en el mercado internacional, y ahí fue cuando nos encontramos con Discovery. De los muchos proyectos que manejamos, porque tenemos tres (se suman una serie animada, Metegol y otra de Floricienta), éste es el primero, el que no viene de una fuente anterior y es absolutamente original.

—¿Qué es lo que define a este “Mini Beat Power Rockers” a la hora de la financiación?

—La animación para mí empezó con Metegol, hablo de pensarla desde una instancia donde me involucro más que como fan. Metegol costó mucho, pero no usamos más plata que el número común para cualquier coproducción. Cuando queríamos hacer algo a nivel masivo después de Metegol, de inmediato nos respondieron de Discovery. No es que fuimos a veinte lugares a ver quién picaba. Fue casi como una alianza estratégica de las compañías. En cuanto a tu pregunta, no sé cuáles son las otras maneras de hacer animación.

—Después de aquel momento que se vivió en el Incaa, ¿cómo ves aquella situación?

—La situación que se vivió este año tiene más que ver con lo personal: mi reacción con lo que pasó fue por conocer a los jugadores, por tener confianza. Después se trató de, como todo lo que fue este año, extrapolar eso y de armar bardo que excedía a lo que fue la situación personal con Alejandro Cacetta ameritaba. Con la situación del cine argentino en este momento te doy la misma respuesta que vengo dando desde el año 99, porque el cine argentino es un cine de mucha creatividad y también caótico (como debe serlo).

—¿Y al cine argentino como lo ves puntualmente?

—Uno de nuestros problemas es tratar de definir al cine argentino. Como debe ser. Como debería ser. El cine argentino es la sumatoria de 200 o más individuos que hacemos cine y todos tenemos nuestra experiencia, nuestro gusto, nuestra sensibilidad y nuestra búsqueda particular. Hay quién le gusta el género y quién no. Y como siempre es como en el vino: hay buenos años, así como hay malos años. Hay años que tenes cinco o seis películas que son un bombazo, a veces son dos, a veces hay algunos en que surgen nuevos directores. En el sentido creativo se mantiene parejo y eso es algo para festejar. Y extrañamente y gracias a la Ley de cine, que es del año 1994 y que ha sufrido mejoras y correcciones, es muy parejo. Podemos hablar de los altos y bajos y las diferencias de año a año, pero eso depende de películas particulares, lo que te muestra que es en un punto un cine bastante estable.


“‘Metegol’ fue inusual”

—¿Cómo nace  la idea de Mini Beat Power Rockers?

—Para mí fue un big bang, pero al estudio llegaban un montón de ideas, de proyectos a partir de Metegol. La película fue tan inusual en la Argentina, sigue siéndolo, y convirtió a la productora un poco en la meca de proyectos animados. Mi socio Gastón se pusó a diseñar esta idea y me mostró a Carlos, un perso-naje de la serie, con esos ojos cansados, y ahí dije: “Yo a este personaje lo quiero, quiero su muñeco”. Cuando se lo mostré a Fede, mi hijo, largó la carcajada.

—¿Sueñan con un salto al cine de estos  personajes?

—Lo que tiene de bueno, ya que navegó del cine y de la televisión, es que en la TV el público te va educando. En el cine soltás la película. A mí me gusta mucho Tex Avery, un director clásico de animación, y me gusta el formato de pocos minutos. Veo este tipo de humor, muy repentino, y ahora eso no lo quiero llevar a un largometraje. Por ahora en el transcurso de ese proceso ¿quién te dice? Mi personaje favorito es el Correcaminos y no quiero ver una película del Correcaminos.