ESPECTACULOS
Buenos Aires Festival y Mundial

El tango es contracultural, ése es su éxito

Campeones. Los ganadores mundiales en Tango Pista, Saavedra y Aragón, y los de Tango Escenario, López y Aguirre, junto al ministro Hernán Lombardi.
| Gentileza Adan Jones

El tango hacía su voluntad con nosotros y nos arriaba y nos perdía y nos ordenaba y nos volvía a encontrar.
 

Jorge Luis Borges

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

 

Dentro de nuestra gestión cultural, que engloba todas las artes, hemos dado un lugar muy importante a la música y el baile que nos representa en todo el mundo y que está teniendo un renacimiento asombroso entre los jóvenes no sólo de la Ciudad de Buenos Aires sino de todo el país.

Los campeones mundiales de Tango Pista de este año son cordobeses de 21 años: Jonathan Saavedra y Clarisa Aragón. La pareja campeona del mundo de Tango Escenario, Ezequiel Jesús López y Camila Aguirre, es otro claro ejemplo de ello.
El tango es abrazo, conexión, vínculo. En un mundo donde la pasión parece fuera de época, donde los sentimientos se esconden, donde la proximidad de los cuerpos incomoda, el tango es contracultural. Quizás allí está el motivo de su éxito y su glorioso renacer.

Tango Buenos Aires Festival y Mundial es el mayor encuentro tanguero del planeta, un lugar donde conviven los grandes referentes históricos con las nuevas formas: una visión panorámica de su amplio universo cultural.
Un espacio en permanente evolución que se propone extender, año a año, los contornos de una escena cada vez más vital y múltiple.

Con sello propio, se fue convirtiendo en una plataforma de nuevos emprendimientos artísticos y propició la continuidad de los mismos, más allá del intenso calendario en que se desarrolla. Todo está ahí. Una muestra que reúne cientos de años de cultura musical porteña, donde se juntan el barrio, el farol, las percantas, Grisel, Mireya y Malena, los amigos de la esquina, los guapos de Buenos Aires, los cafetines, Troilo y Piazzolla, lo tradicional y lo nuevo..
Un público masivo vive con pasión una programación que incluye debuts, encomiendas, recuperación de obra, el aporte de clases, mesas redondas, prácticas de baile, ferias de productos, proyecciones de películas.

El inicio de esta edición se hizo en el Teatro Colón con un concierto dedicado a la obra del gran Mariano Mores y su Orquesta Lírica Popular. A la recuperación de esa mítica formación de sesenta intérpretes le siguió la apertura en la Usina del Arte con el homenaje al irreemplazable Leopoldo Federico. Sobre el escenario se unieron por vez primera sus músicos históricos a los de la Orquesta del Tango de la Ciudad.

Sedes de acústica privilegiada albergan durante el Festival conciertos de figuras consagradas, en un diálogo permanente con los nuevos ensambles, orquestas, cantantes y poetas surgidos de la renovación generacional.
La Usina, como sede principal, renueva en esta edición el protagonismo del barrio de La Boca en el mapa de lo mejor de nuestra tradición porteña, con la firme vocación de ampliar los circuitos culturales y seguir afianzando el desarrollo del sur de la nuestra Ciudad.

Se suman el 25 de Mayo de Villa Urquiza y el mítico Luna Park, que se instaló como el espacio ideal para el broche de oro de las grandes finales que consagran a los nuevos campeones mundiales.
Las pistas de baile se transforman en un punto de encuentro de profesionales, aficionados y leyendas de los salones con un continuado de prácticas y exhibiciones. Con nuevo récord de convocatoria, representantes de 43 países giran al ritmo del 2 por 4.

Filipinos, árabes, noruegos, vietnamitas, rusos, chinos… llegados desde sedes remotas como Atenas, San Francisco, Moscú, Roma, Seúl, París, Londres, Tokio, Beijing, Cali, Valparaíso y la Río de Vinicius… demuestran que el tango sigue unificando códigos y abriendo barreras. Patrimonio Cultural de la Humanidad, la música que define mejor a Buenos Aires que el Obelisco y el Río de la Plata, se consagra a partir de la distinción de la Unesco con imparable proyección internacional y tiene en estos días su cumbre mundial en la ciudad donde nació, creció, se impuso a los prejuicios y se proyectó al universo.

Milongueros de todo el mundo sueñan con venir a Buenos Aires para competir en el Mundial. Un fenómeno que hizo escurrir en tres horas miles de entradas, al ritmo de un superclásico. Gente del interior del país y también extranjeros, lo que marca un crecimiento del tango en la Ciudad de Buenos Aires.

Tango Buenos Aires Festival y Mundial se instaló en las agendas internacionales como la gran posibilidad para los amantes del género de todo el mundo de acercarse a su inagotable riqueza en toda su diversidad, extendiendo sus fronteras geográficas y estéticas.

Las figuras emergentes en el festival favorecen los cruces generacionales y la llegada de nuevos lenguajes a un público masivo; la tradición a través de la obra de los artistas consagrados y el lenguaje de los jóvenes talentos que viven el tango como una forma de expresión ligada a la esencia de la porteñidad, una cultura única en el mundo. En definitiva, un espacio donde se puede encontrar y disfrutar todo lo que rodea esta música que nació en el terraplén y que cautivó a franceses y japoneses, que bailó Al Pacino y enamoró a Robert Duvall.

Con entrada libre y gratuita, Tango Buenos Aires no está para mirarlo de afuera, con la ñata contra el vidrio…es para entrar, oírlo y verlo, vivirlo, disfrutarlo, sentirlo, bailarlo. Abrazar Buenos Aires.

 

*Ingeniero y ministro de Cultura porteño.