ESPECTACULOS
Hanna Schygula

"Fassbinder era menos intelectual que Godard"

Enorme actriz, sedujo a millones de espectadores allá en los 80. Filmó un guión de García Márquez y así aprendió a hablar español y a conocer a Borges. Cuando cumplió 50 comenzó a cantar creando una atmósfera hecha tiempo. Se presenta en el Coliseo con Mi vida, el 10 de marzo.

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MARLENE. La primera vez que cant en la pantalla fue dobalndo la voz de la Dietrich. | Cedoc

Apenas terminada la Segunda Guerra, una niña refugiada de diez años escucha, como hipnotizada, la radio en la frontera entre Alemania y Polonia. No sabe que, muchos años más tarde, hará el papel de una de las cantantes más famosas del nazismo, el régimen que padeció. La película, dirigida por Rainer Werner Fassbinder, se llamó Lili Marlene; y la niña fascinada por la radio era Hanna Schygulla, una de las actrices emblemáticas del cine alemán de finales del siglo XX. “ Empecé a cantar muy tarde, a los cincuenta años –explica Schygulla por teléfono desde su casa en París–. Pero soñaba con hacerlo desde que era chica, cuando descubrí la radio, que era la oreja del mundo. Después de la ocupación aliada, había mucha música norteamericana, rock y boogie-woogie. Más adelante, me marcó también la rebeldía de Mayo del ’68”.

No hay acentos trágicos en sus respuestas sobre el pasado; en cambio, se muestra intransigente respecto del presente político de su país bajo la conducción de Angela Merkel, la actual canciller. “ No soy de derecha, así que no estoy muy feliz con esa gestión. Pero claro, ahora ya no hay tantas diferencias entre derecha e izquierda. El capitalismo volvió con todas sus fuerzas. Tal vez América latina sea el único lugar que va en otra dirección".

Aunque fue la actriz fetiche de Fassbinder (trabajaron juntos en 19 películas), Schygulla colaboró también con Jean-Luc Godard. “ Fassbinder vivía haciendo películas. Para él, lo más horrible era tomarse vacaciones. Es cierto que Fassbinder y Godard se parecían; pero Fassbinder era menos intelectual. Además, a Godard le interesaba mucho la música. Antes de empezar a filmar Passion, nos mandó una cinta con las músicas que lo habían inspirado.”

Durante la entrevista, se empecina en hablar en español. Y lo hace bastante bien, con una mezcla deliciosa de ásperas “zetas” ibéricas y “erres” teutonas. “ No estudié español, pero lo aprendí cuando filmé una miniserie con guión de Gabriel García Márquez.” Enseguida, cita de memoria –sin equivocarse– varios versos de Jorge Luis Borges, y se entusiasma cuando recuerda que el escritor malquería a Carlos Gardel. Más que el cine, la música parece ocupar por completo los intereses artísticos de Schygulla, que el 10 de marzo a las 21.30 presentará en el Teatro Coliseo Mi vida . Una biografía musical, suerte de viaje al fondo de su vida con estaciones en el rock, el varieté y el jazz.

—¿El cantante es también un actor?
—Sí. A mí no me importan solamente las notas sino también el sentido de las palabras. Me pongo en la situación que propone la letra. Cada canción crea su propio escenario. Son dos maneras de expresar emociones: al actuar camino y al cantar vuelo. Es un elemento distinto, más aéreo. Me interesa la manera en que la música crea una ensoñación, una atmósfera hecha de tiempo.

—¿Es una actriz que canta o una cantante que actúa?
—La primera vez que canté en una pantalla fue doblando la voz de Marlene Dietrich. Era un homenaje que Fassbinder puso en Los dioses de la peste. La verdad es que no aspiro a ser una gran cantante. La voz es el único instrumento que puedo tocar, y es además el único que me obedece. Pero algo que, por tradición, sabemos hacer muy bien en Alemania es el sprechgesang, el ida y vuelta de la voz hablada a la voz cantada.

—¿Cree que su relación con Fassbinder se pareció un poco a la de la actriz Anna Karina con Godard?
—Sí, quizá. O incluso a la que tuvo Ingmar Bergman con Liv Ullmann. Sólo que ellas eran las amantes del director. Con Fassbinder también nos amamos, pero de otra manera, sin intimidad física.

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