A dos días de entregados los premios Oscar una curiosa disputa se destapó entre los principales
creadores de dos de las películas protagonistas de la noche de gala del pasado domingo,
Babel y
Los infiltrados.
Mientras el director de Babel, el mexicano
Alejandro González Iñárritu, criticó duramente a su
compatriota
Guillermo Arriaga, guionista del filme, por querer
"reclamar" para sí la autoría de la cinta, desde Hong Kong llegaron los comentarios para el ganador
de un Oscar por su trabajo,
Martin Scorsese. El guionista de la película original,
Internal Affairs,
criticó la versión hollywoodense por mantenerse demasiado cerca
del original.
En una carta que la revista
Chilango publicará en su próximo número, González Iñarritu
dice a Arriaga que es una "lástima" que por culpa de una "injustificada obsesión por reclamar la
sola autoría de una película", el guionista parezca
"desconocer que el cine es un arte de profunda
colaboración".
"No fuiste —y nunca te has dejado sentir— parte de este equipo y
tus declaraciones son un lamentable y muy reductivo punto final de
este maravilloso y colectivo proceso que todos nosotros hemos vivido y ahora celebramos",
afirma Iñárritu en la misiva que reproduce el diario
El Mundo.
Firman la carta todo el cuerpo de producción de la película, incluido
Gael García Bernal, Adriana Barraza, Rodrigo Prieto y el
músico argentino
Gustavo Santaolalla, ganador del Oscar a Mejor Banda Sonora
por este film.
Iñárritu concluye su carta a Arriaga con un lacónico
"suerte en tus futuras películas".
La misma revista,
Chilango, incluyó en su último número un extenso reportaje
especial en el que reproduce la versión de Arriaga sobre el fin de la relación entre estos dos
cineastas que trabajaron juntos en la reconocida trilogía
Amores perros (2000),
21 gramos (2003) y
Babel (2006).
En el artículo, el escritor confirma las desavenencias que ya habían aflorado entre los dos
artistas por la manera de llevar a la pantalla el guión de Babel y que
culminaron con la separación creativa de los dos.
La publicación revela, por ejemplo, que algunas secuencias de la versión final de la película
no se corresponden con el guión.
Además, sostiene que
Iñárritu lo fue "aislando" gradualmente al punto que,
durante la filmación de
Babel, el guionista tenía prohibido por contrato asistir
al rodaje.
Por su parte,
Alan Mak, coguionista y codirector de la cinta hongkonesa
Internal Affairs, de 2002, declaró al
South China Morning Post un día después de que
The Departed (Los infiltrados), dirigida por Scorsese, se
alzara con el Oscar a la mejor película que
se sintió "decepcionado" cuando vio el film, después de que
Warner Brothers comprara los derechos para hacer un remake por 1,75 millones de dólares en 2003.
La versión de Hollywood "no fue demasiado lejos" en ofrecer una versión diferente de la
original, dijo Mak.
"Se quedó tan cerca del original que parecía que habían hecho
'Internal Affairs' otra vez", dijo al periódico.
"Decían que querían presentar la película como sólo inspirada en nuestra historia más que
como una adaptación (....)
Esperaba que añadieran algunos elementos nuevos", comentó,
en declaraciones que reproduce
DPA.
De todas maneras, agregó: "Estoy feliz, claro, porque
es como si 'Internal Affairs' hubiera ganado un Oscar".
Una diferencia esencial entre el original de Hong Kong y la versión de Hollywood es que el
"chico malo", interpretado por Matt Damon en "The Departed", sobrevive en la versión original.
Mak dijo: "Con la muerte del personaje de Matt Damon, el simbolismo de la película
desaparece. Estaba pensado de manera tal que el oportunista viva y deba enfrentarse a una vida
guiada por pretensiones falsas".