ESPECTACULOS
ENTREVISTA A ADRIEN BRODY

"Hollywood es glamouroso y cínico"

Ganador del Oscar por El pianista, modelo de Zegna, protagoniza junto a Ben Affleck Hollywoodland , film que muestra el lado oscuro del paraíso de las estrellas

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GALN. Su nariz torcida no fue el impedimento para que improtantes marcas contraten al actor como modelo. | Cedoc

Lejos de ser la clásica estrella norteamericana, Adrien Brody podría decirse que es una rara avis dentro de Hollywood. Reservado, tímido y con cara de pocos amigos, el actor nacido en Queens logró conquistar la pantalla grande cuando a los 29 años se convirtió en el actor más joven en ganar un Oscar a la mejor interpretación masculina por su labor en la película de Roman Polanski, El pianista. Desde entonces su carrera comenzó a tener otro color. Amante de los autos y del hip hop, Brody le dijo sí a Peter Jackson para trabajar en la súper producción de King Kong. Hoy vuelve al cine junto a Ben Affleck en Hollywoodland, película basada en la vida del actor George Reeves, protagonista de la serie de los años cincuenta Las aventuras de Superman y que misteriosamente murió en 1959 en su casa de Los Angeles. En la historia, Brody es un detective privado contratado por la madre del actor fallecido que intenta descubrir las verdaderas razones de su muerte.

—Hollywoodland muestra un lado muy oscuro del negocio del cine en los años 50. ¿Cómo se compara esto con el Hollywood de hoy?
—(Se ríe). Lo que me resulta interesante es que la gente se sorprende al descubrir que Hollywood tiene un lado oscuro. Cualquier negocio complejo como éste tiene el potencial de despertar las peores cualidades en algunas personas. Hay maravillosas oportunidades para expresarnos, pero es difícil lidiar con el éxito y el fracaso.

—¿Cómo se compara el Hollywood moderno con el glamour del viejo Hollywood?
—Bueno, seguramente nosotros vivimos hoy en una época más cínica, pero Hollywood es glamoroso. Por ejemplo, estar en Venecia para el estreno de Hollywoodland es glamoroso. Esa es sólo una pequeña parte de lo que hacemos; el trabajo verdadero puede ser arduo, solitario y aislado y si uno tiene suerte, puede perder la privacidad. Ahora bien, si uno es lo suficientemente afortunado como para trabajar con gente colaboradora y creativa, ésta es una profesión realmente gratificante.

—¿Está satisfecho con su carrera hasta ahora?
—¿Por qué no estarlo? He tenido grandes oportunidades y amo lo que hago. Me gustaría seguir encontrando trabajos que me inspiren. Creo que la mayoría de la gente necesita inspiración. A veces pienso que hubiera sido maravilloso trabajar en los años 70, una especie de edad dorada de Hollywood. Hoy no hay más ese tipo de papeles y los directores no parecen hacer esa clase de filmes. Sospecho que es mucho más difícil hacerlos.

—Habiendo hecho tantas películas, ¿con qué frecuencia se sorprende con el resultado final?
—Cuando hago una película, sé que raramente resultará como lo espero, de modo que trato de no esperar nada en absoluto. Es más fácil verlo de ese modo, pero por supuesto deseo que las películas sean buenas, tanto en sus personajes como en todos sus elementos. Incluso una interpretación grandiosa no necesariamente hace que un film sea bueno.

—¿Cuál es su próximo film?
—Viajo hacia la India para rodar un film de Wes Anderson llamado The Darjeeling Limited junto a Owen Wilson. Se trata de tres hermanos que parten en busca de iluminación.

—Una comedia es para usted un cambio de ritmo, ¿no es así?
—Sí. No creo que la gente piense en absoluto que yo soy divertido.

Elegante y modelo de Zegna
Mide un metro ochenta, tiene ojos verdes y una nariz torcida que le quedó después del rodaje de la película S.O.S Verano infernal, de Spike Lee. No se la operó, por el contrario, decidió enfrentar el mundo así. Mal no le fue, puesto que después de ganar el Oscar y besar afanosamente a Halle Berry tras recibir la estatuilla, fue elegido por el exclusivo diseñador italiano Ermenegildo Zegna para ser la cara de su nueva campaña publicitaria. A pesar de su flacura extrema y su rostro bastante particular, Brody se perfila como uno de los hombres más admirados por la platea femenina. Se viste con camisas Valentino, calzoncillos Calvin Klein y trajes de Versace. De hecho, la revista masculina Esquire lo nombró el hombre más elegante de Estados Unidos en el 2004.