Parece una historia de esas que se transforman en eternidad.
Roman Polanski fue detenido en 1978 bajo la acusación de haber violado a una menor de 13 años. Tuvo una primera condena con arreglo judicial entre las partes, pero a poco de salir de la detención tras haberla cumplido, el juez emitió otra condena. El director polaco, al enterarse, viajó a Francia (país que no tiene extradición a los Estados Unidos), y desde entonces permanece en Europa, eludiendo a la justicia norteamericana.
Denuncias del #MeToo mediante, el año pasado (es decir, 30 años después de la detención original, período en el cual Polanski ganó el Oscar al mejor director por El pianista) la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood decidieron expulsarlos como miembros a él y a Bill Cosby por haber transgredido los estándares de conducta de la institución.
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Hace dos meses, en abril, Polanski entabló una demanda contra la Academia, donde pedía que se reviera la decisión y se le permitiera ejercer el derecho a la defensa, lo cual no había ocurrido y, de acuerdo a la demanda, la expulsión era la que transgredía los estándares de conducta de la institución.
En una respuesta que los abogados de la Academia hicieron pública hoy miércoles, la Academia ha terminado por defender su decisión original de expulsar al director el año pasado, argumentando que le brindaron la oportunidad de modificar la decisión.
En el comunicado, la Academia sostiene que el consejo que se ocupó del caso consideró los “materiales voluminosos” (sic) que remitiera Polanski en su apelación, lo cual incluía más de 400 páginas de exposiciones del abogado del director. Incluso, aseguran desde la Academia, le permitieron a Polanski grabar un video de defensa que fue remitido a todas las autoridades de la institución. De acuerdo a ellos, todo ese proceso se inició a fines del año pasado y continuó hasta fines de enero de este año, por lo que aseguran que el derecho a la defensa de Polanski fue respetado y en ese sentido la demanda que presentó el director carece de sentido.
En otras palabras: la Academia le cerró definitivamente las puertas al controvertido director polaco. Quien continuará viviendo en Europa y presentándose en festivales como Cannes.
