ESPECTACULOS
El estadio repleto escuch grandes clsicos

Iron Maiden deleitó a 25 mil personas en Ferro

En su sexta visita a la Argentina, la banda británica de heavy metal emocionó con el tour Somewhere back in time 2008.

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La banda británica de heavy metal Iron Maiden emocionó y deleitó a 25 mil espectadores en su sexta visita a la Argentina con el tour Somewhere back in time 2008, durante un show en el estadio porteño de Ferro Carril Oeste.

El grupo inglés regresó a Buenos Aires tras su presentación en enero del 2004, en su único concierto en esta ciudad, realizado con localidades agotadas. Como anticipo del show central se presentó la cantante Lauren Harris con su banda, la hija del miembro fundador de Maiden, Steve Harris.

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A las 21.37 se apagaron las luces del estadio para reproducir la habitual introducción con imágenes de Maiden viajando en el Eddie Force One, avión del grupo "tuneado" con gráficos de la banda con el cual recorre continentes en la gira mundial.

La apertura fue con los clásicos Aces High y 2 Minutes to midnight con la formación en escena desplegando el combo de guitarras para secundar la particular y poderosa voz del eterno cantante Bruce Dickinson.

El intérprete se convirtió en el showman que manejó tanto tiempo como los coros del público en cada tema, entonados con obsesiva precisión por los miles de seguidores del grupo que se dieron cita en una noche templada en el barrio porteño de Caballito.

La sorpresa, como si fuera una convocatoria a hinchas de un popular club de fútbol, fue el uniformado público con sus atuendos color negro con el nombre, dibujos y accesorios de la banda de metal rock.

Maiden recurrió a los temas más recordados de épocas como los '80, provocando satisfacción entre los miles de metaleros que se dieron cita en Ferro, y recurrió a The Trooper, con Dickinson sobre el tope del escenario con una escenografía que parecía una pirámide egipcia, vestido como un patrullero inglés con la chaqueta roja y blandiendo la bandera inglesa.

Fue aplaudido pero se notó cierto resquemor entre varios de los seguidores por la muestra del estandarte.

Siguió su show con The number of the beast y Heaven can wait, esta última con veinte personas que accedieron al escenario para acompañarlo en los coros del recordado tema.

El tramo final fue con otros temas recordados del grupo como Run to the hills, la ovacionada Fear of the dark y la canción titulado con el nombre al grupo, instante en el cual apareció el esperado monstruo Eddie, esta vez con dos metros de altura.

Eddie, de color rojo y sin su cabellera, tal vez sufrió el paso del tiempo como los integrantes de la banda, apuntó su pistola de rayos láser a los integrantes del grupo hacia el público, provocando un nuevo delirio.

En los bises, con el público emocionado y agradecido por la presencia de sus ídolos, incluidos los vecinos ubicados en los balcones de los edificios linderos, la banda cerró su sexta presentación con Moonchild, Clairvoyant y Hallowed by the name, donde hubo destacadas actuaciones de Harris y Nico Mc Brain, en bajo y guitarra, respectivamente, a quienes se sumó el eterno Janice Gers en batería.

Fuente: DyN