Una vez más, recorre la calle Corrientes, se pierde por San Telmo, visita Barracas. Recuerda sus
visitas anteriores, se asombra de que tal o cual dueño de fonda haya fallecido, se detiene a
saludar a todos y cada uno de los desconocidos que le dirigen la palabra.
La excusa de esta visita de José Sacristán es la obra
Dos menos
, donde lo acompaña
Héctor Alterio y los dirige
Oscar Martínez, y que se estrenará el próximo 2 de mayo en el Paseo La Plaza.
Allí, compone a uno de los dos ancianos que,
enfermos terminales, emprenden un viaje a ninguna parte, movidos por la
imaginación y con un humor reincidente, alejado del color negro.
—¿Cómo te sentís hoy que te dan papeles de hombre mayor o incluso un enfermo terminal?
—Desde ya que no me siento un enfermo terminal (risas). Mira, he cumplido setenta
años y creo que no los aparento. La dificultad mayor para un actor es hacerse cargo de personajes
estúpidos en historias estúpidas. Yo no tengo ningún empacho en representar un hombre de una edad
determinada al que le queda poco de vida, porque, vamos, me importa un carajo.
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