ESPECTACULOS
Lo siento mucho, asegur Campbell

La Justicia intenta controlar a la irascible Naomi

Un tribunal de Nueva York condenó a la modelo británica, de 36 años, a realizar trabajos comunitarios durante cinco días consecutivos, tras haberse declarado culpable de lanzarle un teléfono celular a una de sus empleadas domésticas.

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No fue la primera vez: Naomi ya tiene antecedentes de tratar mal a sus empleados. | AFP

La modelo británica Naomi Campbell fue condenada hoy a realizar trabajos comunitarios durante cinco días consecutivos, tras declararse culpable ante un tribunal de Nueva York de haber lanzado un celular a una de sus empleadas domésticas.

En la calle y frente a los tribunales neoyorquinos, una horda de fotógrafos y camarógrafos aguardó impaciente la llegada de la modelo, que vestía un traje oscuro y se disculpó durante su comparecencia por haber hecho daño a la empleada, Ana Scolavino. “Me sorprendió que Ana resultase dañada. Lo siento mucho”, aseguró Campbell, quien calificó al hecho como un verdadero accidente.

Ahora, ante esa declaración y la comprobación de los hechos que se le imputaban, la modelo de 36 años deberá asistir a un curso de dos días para evitar accesos de ira y pagarle unos 350 dólares a su empleada en concepto de gastos médicos. De no haberse declarado culpable, el caso hubiera ido a juicio y Campbell se hubiera expuesto a una condena de siete años de cárcel por agresión en segundo grado.

La modelo fue detenida en marzo de 2006 en su domicilio de Park Avenue, en pleno centro de Manhattan, después de que Scolavino, de 42 años, llamara a la policía desde el hospital acusándola de haberla atacado. La mujer –que llegó al centro de salud con una herida en la cabeza– afirmó que Campbell se enfureció al no encontrar unos jeans y la acusó de haberlos robado.

Campbell es conocida por su fuerte temperamento y ya ha sido objeto de varias demandas por agresiones a personas de su entorno. El último episodio ocurrió a finales de octubre, cuando la modelo fue detenida en Londres por haber emprendido –supuestamente– contra una colaboradora.