La primera impresin del "quinto" integrante del grupo
Martin: los Beatles eran una banda "horrible y mala"
El productor británico confesó que eso fue lo que pensó cuando los vio por primera vez. Sin
embargo, el hacedor de los mejores discos del cuarteto de Liverpool, admitió que quedó
encandilado con su carisma.
El genial George Martin, uno de los mejores productores de la historia de la msica popular contempornea. |
CEDOC
Londres, Inglaterra – El productor y orquestador británico George Martin aseguró que cuando escuchó por primera vez a The Beatles los consideró como una banda “horrible y mala”. Sin embargo, el hombre al que consideran el Quinto Beatle –por las influencias que sembró sobre el grupo que integraron John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison– le pidió entonces al grupo que tocara en una audición tras haber sido rechazado por la compañía discográfica Decca.
A partir de allí, según asegura el productor de 81 años, cuando los vio en el primer concierto en vivo, consideró que la banda no era gran cosa: “Cuando tocaban eran bastante malos y no me impresionó en lo más mínimo su música. Pero luego los vi en el Club Cavern (en Liverpool) después de haber firmado el contrato con ellos y me di cuenta de que podían establecer un diálogo con la audiencia. Creo que firmé con ellos por su carisma”, destacó el productor.
Para Martin, los Beatles tenían “una cualidad maravillosa” que implicaba estar con ellos “y sentirse siempre enriquecido. No hay muchos grupos que pueden hacer eso de forma colectiva", aclaró.
Martin es conocido principalmente por haber producido casi la totalidad de los álbumes de Los Beatles. Además, fue el primer productor en el Reino Unido en utilizar ocho canales de grabación para el disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), una de las obras cumber de Los Beatles, y realizó orquestaciones para algunas películas –como Submarino amarillo (1968), filme de animación psicodélica con canciones de Los Beatles–, y Vive y deja morir (1973), de la saga de James Bond.
Además, está considerado como uno de los productores más respetados de la historia de la música popular contemporánea, y recibió –a fines de la década del 90– el título de Sir de manos de la reina Isabel II de Inglaterra.
