ESPECTACULOS
‘el negocio’

Mujeres de armas tomar

Las actrices brasileñas Rafaela Mandelli, Michelle Batista y Aline Jones cuentan los secretos de la serie dea HBO.

Tres. Las actrices estrenan la tercera temporada de la serie brasileña de HBO.
| Cedoc Perfil
El 24 de abril a las 21, HBO lanza la tercera temporada de El negocio, la serie brasileña protagonizada por Rafaela Mandelli, Juliana Schalch y Michelle Batista, que se ve en más de veinte países. Ellas son Karin, Luna y Magali, respectivamente, un trío de colegas y amigas que aplican técnicas de marketing a la prostitución, la profesión que eligieron. En esta ficción creada por Luca Paiva Melloy y Rodrigo Castilho, el argumento se desarrolla en la alta sociedad de San Pablo. Ahora se suma el personaje de Mia, a cargo de la actriz Aline Jones. Por la Ciudad de Buenos Aires, pasaron precisamente Jones, Mandelli y Batista, quienes brindaron esta entrevista para Perfil.
—¿Qué novedades trae la tercera temporada de “El negocio”?
MANDELLI: En esta tercera temporada, las chicas alcanzaron sus objetivos y están en el más alto nivel imaginado. Con esto en las manos, se preguntan qué hacer. Además, ahora hay espacio para los otros personajes de la serie, que son tan importantes como las protagonistas. Asimismo, entra una nueva actriz, con un personaje riquísimo que viene a sumar más a la historia.
BATISTA: Sí, en esta temporada las chicas están muy ricas y poderosas, tienen nuevos desafíos. Otra cuestión es que ahora tenemos más tiempo para hablar de sus sentimientos, de sus relaciones. Antes todo se centraba en la formación de la empresa y la vida profesional de ellas.
JONES: Nuevos personajes, no solamente Mía, van a aparecer y a mover la dinámica del grupo. Hasta este momento, estas mujeres estaban muy unidas, como mujeres perfectas. La entrada de un cuarto personaje puede desestabilizar esto.
—¿Qué visión de la prostitución ofrece la serie?
B: La serie muestra mujeres inteligentes, seguras, hermosas, emprendedoras que eligieron trabajar como acompañantes [garota de programa, en portugués]. No lo hacen por una adversidad del destino, sino que saben lo que quieren.
J: Esta serie habla del movimiento de empoderamiento femenino. Estas mujeres deciden lo que quieren de su vida; están muy seguras de sí como para sentirse afectadas por la opinión de cualquiera.
M: Antes de estrenar la primera temporada, tuvimos mucha presión. Estaba la pregunta: ¡¿una serie sobre prostitución?! Ocurre que el tema de la prostitución fue tratado de muchas maneras, pero nunca como ahora. Ya vimos historias tristes, sufridas, que realmente existen, pero es importante que el público sepa que existe otro tipo de prostitución.
—¿Hasta qué punto no es una apología de la prostitución?
M: Como actrices no estamos para juzgar ni hacer apología; simplemente contamos una historia de acompañantes de lujo, que realmente existen. Esta ficción, inspirada en esas mujeres, cuenta una historia sin decir si es bueno o no. Además, la clave de la serie es el marketing; así como se lo coloca en esta profesión, podría haber sido en otra. Para construir los personajes, la dirección y los guionistas sí tuvieron contacto con acompañantes, pero las actrices no, por una decisión de la dirección; no hicimos un laboratorio con ellas.
B: Sabemos que hay dos lados de la prostitución: uno, que es pesado, y también uno que es de lujo, muy exclusivo, que existe en todas las grandes ciudades del mundo. Pero para la dirección del proyecto fue muy importante que no interpretásemos un estereotipo de la prostitución, sino mujeres muy seguras e inteligentes que envuelven a los hombres.
—¿Qué lugar ocupan los hombres en el universo de la serie? ¿Quiénes son los clientes? ¿Cómo se relacionan los hombres con las protagonistas?
M: Como en la vida [real], los clientes son personas con mucho dinero, directores de empresas, políticos…
B: ¡Las mujeres son tan fuertes que los hombres les tienen miedo! Los hombres de la serie [las protagonistas tienen relaciones afectivas] son muy comprensivos con las chicas porque no es fácil relacionarse con ellas.
J: También son muy cómicos: es como si las mujeres guiasen la historia y los hombres fueran saltando detrás de ellas.
—¿Cómo es posible el amor de pareja en estas dinámicas donde las mujeres dominan y deciden todo unilateralmente?
M: Los hombres no estaban acostumbrados a esto, pero han tenido que adaptarse a esta manera. Hoy, sin generalizar, hay hombres que tienen miedo de las mujeres autosuficientes. Los personajes de la serie, como en la vida, saben que, en el amor, cada uno tiene que ceder un poquito.
J: Y cuanto más dura es la mujer, más lo es el hombre, y más dificultades se tienen para lograr una unión, el amor.