ESPECTACULOS
"Independencia", Los viernes a las 21 en Andamio 90

Pequeñas delicias de una vida muy disfuncional

Esta joya premia a quienes se quedaron en Buenos Aires. Con libro de Lee Blessing y superlativas actuaciones, el espectador se transporta a la vida de cuatro mujeres que no logran convivir en paz.

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Mam Evelyn con sus hijas intentando encontrar un denominador comn a sus vidas. | Duche/Zrate

Un escenario austero, justo, introduce al espectador en la intimidad más profunda de las Briggs. Sólo tomará unos minutos sentirse parte de los problemas estructurales que separan y unen a mamá Evelyn con sus tres hijas Kess, Jo y Salomé.

La historia de “Independencia” transcurre en un pueblo del interior de los Estados Unidos congelado de cambios o emociones. Allí, la familia venida a menos y abandonada de cualquier vestigio masculino –excepto por Kess, la hija lesbiana- intentará recomponer sus lazos afectivos a partir del reencuentro de todas las mujeres.

La obra arranca risas incontrolables y nudos en la garganta con la misma frescura que las intérpretes tratan y maltratan sus verdades más íntimas. La adaptación impecable –aunque por momentos demasiado apegada a una traducción en castellano universal- del guión y las actuaciones (por favor no perderse de disfrutar de excelso papel encarnado por Cristina Dramisino) hacen de la obra teatral una joya perdida en el desértico verano porteño.

Encasillada en el rubro comedia dramática, “Independencia” fue escrita por Lee Blessing, un maestro en dramatizar casos clínicos y nominado por ello a los premios Pulitzer, Tony y Oliver, entre otros. Aquí, el desafío de la dirección estuvo a cargo de Izardo Laphitz, ganador del Premio Moliere al mejor director por su trabajo en “Ceniza”, de Janusz Glowacky (1986).

El transcurrir de estas mujeres de emociones inestables (una obsesiva, otra ninfómana y otra depresiva) y la manipulación ejercida por la madre y sus ya fallecidos ancestros, deja de ser una anormalidad y se transforma, de pronto, en una realidad tan cotidiana como escondida detrás de cada puerta.

A Dramisino la acompañan Cecilia Chiarandini, Mora Recalde y Salomé Vega, quienes hacen honor al mejor teatro argentino en una puesta que desafía al actor más preparado. En sus roles, cada una de ellas intentará pelear, acomodar, negociar y hasta destruir las vidas que les tocaron vivir. Y encontrar un camino para aplacar tanta falta de amor.

Teatro Andamio 90: Paraná 660.
Todos los viernes, a las 21 horas.