"Con Ursula Vargues deberíamos hacer un programa juntas. Serían
cuatro tetas en pantalla durante una hora seguida”,
fantasea
Analía Franchín. Desfachatada,
la panelista sexy de
Bendita TV, el programa que conduce
Beto Casella por Canal 9, habla sin tapujos de su cuerpo, de sexo y de la
ruptura con Guillermo Cóppola, su pareja durante cuatro
años. Ni siquiera tiene problema al admitir que el ciclo en el que participa es bastante
parecido a
Duro de domar. “¿Hace cuánto que nadie inventa nada
nuevo en televisión?”, arremete.
—¿Y quién te gusta más? ¿Pettinato o Casella?
—(Risas). Los dos.
Pettinato es más
showman
, actúa todo el tiempo y hace un espectáculo divino. Beto, en
cambio, es más conductor...
—Fuiste movilera en Radio 10 y en
Intrusos y, después, actriz hot en
Palermo Hollywood Hotel, el ciclo humorístico de Freddy
Villarreal y Pachu Peña. ¿Cómo viviste ese cambio de rubro?
—La actuación me divierte mucho. Incluso, ahora que soy panelista también actúo. Hablo
de sexo y el sexo me gusta, pero no me identifico con todas las cosas que digo frente a cámara.
—¿Tenés algún otro proyecto como actriz?
—Ahora
empiezo a ensayar para una obra de teatro que escribió y dirigirá
Leticia Brédice. Es la historia de cuatro sobrevivientes de un planeta que sufrió una peste.
La enfermedad los afectó fisicamente; todos tenemos deformidades. Es una obra muy fuerte y
significa un cambio total para mí.
—Dejás de lado el humor por un tiempo...
—Sí, esto es un drama. Además, soy cero linda en la obra y me encanta. No se me ven las
tetas, ni nada.
—
¿Cómo te eligió Brédice? Convengamos que no das mucho con el
perfil. ¿Son amigas?
—Sí, somos amigas. Pero
está bueno porque esto va a cambiar absolutamente la mirada sobre
mi persona. Está bueno que descubran que, además de tener las tetas grandes, puedo hacer
otras cosas. Igual, ojo, hacer humor tampoco es fácil.
Ahora que estoy triste por la separación con Guillermo, se me hace
duro sonreír y hacer chistes en pantalla.
—
¿Cómo fue ser la pareja de un hombre tan poderoso como
Cóppola?
—Lo que rescato de mi relación es que
yo fui la pareja de Guillermo, no de Guillote o del tipo que sale
en todas las revistas. Cuando nos comprometimos, grabamos los anillos. El me puso:
“Sos lo mejor” y yo le puse: “Te descubrí”. Es un ser humano normal, que
duerme, llora y tiene rabias como cualquier otro. Lo distinto es que cuando salíamos, siempre había
25 minas revoloteando alrededor.
La fama de playboy no se la sacó nunca. Y con razón. En la
cama se esmera mucho.
—Volviendo a tu profesión ¿te jugó a favor ser linda para
conseguir una nota?
—Sí, claro, con varios. Igual, nunca nadie me pidió nada a cambio. Jamás. Si no, le
hubiese dado un bife.
—Trabajaste con los pesos pesados de la televisión: Daniel
Hadad, Jorge Rial y Mauro Viale...
—Bueno, me faltan Adrián Suar y Marcelo Tinelli. Igual, nunca es tarde para que me
llamen...
—¿Alguno te dio una mano para llegar más alto?
—No sé. Creo que siempre me las tuve que arreglar sola.
En
Intrusos
, podía estar 24 horas seguidas en la calle y no me dejaban volver
hasta no tener la nota resuelta.
—¿Con cuál de ellos aprendiste más?
—Rial es encantador. Entiendo que a veces hace el papel de malo, pero fuera de cámara
es un tipo muy dulce. Hasta llegué a contarle intimidades que nunca divulgo, ja ja. Y Hadad fue mi
jefe durante muchos años. Es excelente tipo y por eso nunca quise irme de Canal 9. Con todos
aprendí algo. Con algunos, aprendí que no tenía que volver a trabajar con ellos nunca más. Obvio
que no te voy a decir con quién. Ya verás que quedo bien con Dios y con el Diablo.
Una lástima que no especifique quién es quién.