Un movimiento altamente erótico con las piernas la hizo famosa de la noche a la mañana y pasó a la historia como una escena inolvidable del cine. En el papel de una novelista policial y asesina de hombres llamada Catherine Tramell en Basic Instinct , Sharon Stone abrió las piernas en la escena de un interrogatorio policial y miles de espectadores pudieron verle mucho más de la entrepierna. De eso ya hacen 15 años.
La actriz, que este lunes 10 de marzo cumple 50 años, sigue desplegando sus encantos, pero hace tiempo que se dedica a otros papeles. Stone es madre de tres hijos adoptivos de entre dos y ocho años. Como incansable activista de la lucha contra el sida, recauda millones en donaciones. Sigue ocupando los titulares por sus contestaciones y sus supuestos aires de diva durante los rodajes.
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Con 40 películas, esta femme fatale es imparable. El año pasado, confesó a la revista de famosos Instyle que todavía se siente "bastante sexy". "Estoy orgullosa de mis piernas firmes", confesó hacia al final de sus 40 la mujer que asegura que nunca estuvo bajo el bisturí de un cirujano plástico. De hecho, llevó a tribunales a un médico que afirmó en entrevistas que la blonda se había hecho un lifting.
Durante el estreno en Alemania de Basic Instinct 2, en Berlín, hace dos años, los periodistas le preguntaron cómo hacía para mantenerse tan bien. Stone reveló su fórmula: poco alcohol, casi nunca cigarrillos, todo en su justa medida.
La continuación del thriller erótico con juegos sexuales bizarros y la legendaria picadora de hielo como arma asesina fue calificada como "involuntariamente cómica" por los críticos y tuvo poco éxito en las taquillas, pero a Stone la actuación le mereció la pena después de cobrar un cachet de 14 millones de dólares por interpretar a la fría asesina. Mientras que en la primera parte seducía a Michael Douglas en el papel del detective Nick Curran, en la segunda entrega lo hacía con el psiquiatra Michael Glass (David Morrissey).
Ya de niña, quería convertirse en "la próxima Marilyn Monroe", reveló hace poco en una entrevista. Se crió junto a tres hermanos en una familia de trabajadores de una pequeña ciudad en el estado norteamericano de Pennsylvania. Con 1,74 metros de altura, un coeficiente intelectual alto de 154, por sobre el promedio, un estudio en escritura creativa y trofeos en concursos de belleza, Stone se abrió camino hacia Nueva York y Los Angeles, donde fue contratada como modelo.
Woody Allen le dio en 1980 su primer papel en el cine como "joven bonita en el tren" en Stardust Memories. "Fue una experiencia increíble. Si se lo compara con el sexo, algo parecido a la pérdida de la virginidad", explicó.
Su primer papel con diálogo se lo dio Wes Craven en la película de terror Deadly Blessing. Le siguieron otras películas clase B, hasta que finalmente en 1990 actuó al lado de Arnold Schwarzenegger en Total Recall y pudo demostrar su fortaleza, lo que le permitió obtener el papel en Basic Instinct.
Sin embargo, Stone no quiso encasillarse en el papel de asesina de Hollywood. En Sliver (1993) interpretó a una víctima, en Intersection (1994), a la esposa engañada de Richard Gere. Tuvo nuevamente gran éxito con su actuación en Casino, al lado de Robert de Niro, bajo dirección de Martin Scorsese. Por este papel como esposa drogadicta de un capomafia obtuvo una nominación al Oscar y el Globo de Oro como mejor actriz.
Por su tercer esposo, el empresario de medios Phil Bronstein, se mudó a fines de los 90 de Hollywood a San Francisco. Con la adopción de su primer hijo, la estrella hizo una pausa en los rodajes. Después de un fuerte derrame cerebral tuvo que ser operada en 2001. Recién dos años después apareció en el papel principal del psico- thriller Cold Creek Manor. Después de su tercer divorcio y el regreso a Hollywood siguió trabajando sin descanso: Catwomen, Broken Flowers, Alpha Dog, Basic Instinct 2, Bobby.
Fue muy elogiada por su papel en el drama When a Man Falls in the Forest en 2007, en el que interpretó a una esposa cansada, atrapada en una relación triste, que se convierte en ladrona de tiendas.
En su papel de recaudadora de donaciones de la organización de lucha contra el sida norteamericana amfAR, Stone despliega todas sus dotes de seducción. En una cena de gala en Cannes el año pasado, recuadó 7 millones de dólares entre los famosos. En noviembre subastó una cita con ella en Nueva York. "¿No valgo 100.000 dólares, chicos?", espetó a los oferentes. Sí, los vale, pensó el jefe de Revoln Ron Perelman, quien pagó la suma.
