ESPECTACULOS
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Venganza que no conoce límites

Estrenaron Medea en Manhattan. Creen que las salas pasan un momento triste con la suba de tarifas, pero aseguran que la cultura resistirá el embate.

Pareja. Los actores fueron convocados por Lía Jelín para estrenar en el Centro Konex del Abasto.
| Sergio Piemonte
S e estrenó este fin de semana Medea en Manhattan, texto escrito en 1999 por la dramaturga alemana Dea Loher. Son Valentina Bassi y Nacho Gadano los que encarnan a estos personajes de la mitología griega: Medea y Jasón, aunque con una mirada contemporánea. Completan el elenco Alfredo Allende, Pablo Finamore, Matías Strafe, Octavio Estrín y Joaquín Santos, con dirección de Lía Jelín y harán funciones viernes y sábados a las 21 en el Konex.
—¿Qué modelo tenías de Medea?
BASSI: Todas las Medeas que vi en mi vida y mis lecturas de este clásico, pero ésta es otra, es una versión. No es la de Eurípides que interpretaron tan bien María Callas y Cristina Banegas. Son inmigrantes que viven en Manhattan. Hay una propuesta por parte de la autora y además está la mirada de Lía Jelín, nuestra directora. Conserva del mito esa rebeldía original, hoy el espectáculo es una historia de amor desenfrenado, de venganza sin límites, lo cual es muy atractivo para actuar. No es una obra sobre la guerra, sino sobre sus consecuencias, por lo cual es actual. Ilumina cuando se pierde el eje, la moral y la vida ya no tienen sentido: todo es un extremo. Muestra en qué se convierte una sociedad y los hombres.
GADANO: La dramaturga la escribió durante la tragedia de Kosovo. En esta puesta habrá música en vivo, en este caso será rock (Octavio Estrin), que nos sitúa en un ámbito contemporáneo. El que transcurra en Manhattan no es casual, es el centro del capitalismo y su decadencia. Hay referencias al sistema socioeconómico. Estos personajes son refugiados que llegan de otra parte, unidos hasta que él empieza a transar con las normas de ese entorno. Son sobrevivientes como lo que vemos que sucede en la Europa actual. El busca ascender a través de la hija de un empresario… un mafioso.
—La violencia familiar que muestra el mito ¿puede resultar actual?
G: No se plantea de esa manera, se muestra más la naturaleza humana. Las fuerzas no se pueden manejar, creo que el crimen y el asesinato están en la naturaleza humana.
B: La directora, Lía Jelín, nos propuso desde el primer día no caer en la solemnidad, el teatro tiene que entretener y busca el show.
—¿Cómo observan la situación en los teatros?
B: Estamos pasando un momento muy triste, los teatros reman como pueden su subsistencia. Los independientes son los que más sufren hoy. La gente elige ir al cine porque ve al teatro más caro. Hoy las condiciones son lamentables, pero igual lo hacemos. Esperemos que esto cambie. Porque con las facturas de luz los independientes y los centros culturales deberán cerrar. Me duele ver cerrado al San Martín, allí me formé como espectadora y actriz. Veía los espectáculos de repertorio, con grandes actores. Cuando llegué del sur hice muchos talleres en centros culturales gratis o muy económicos.
G: Hay problema con las salas y los productores. Si quieren destruir a la cultura, no lo van a conseguir.